.El presidente andaluz, José Antonio Griñán, es aplaudido por los miembros de su grupo tras su intervención en el debate de la comunidad. :: EFE
DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA COMUNIDAD

Griñán anuncia que todas sus propuestas estarán en marcha en esta legislatura

Elimina la pensión extra a los presidentes y establece un sueldo único para los diputados

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El presidente de la Junta, José Antonio Griñán , ha afirmado hoy que las medidas anunciadas durante el debate sobre el estado de la comunidad estarán en marcha "sin excepción" en esta legislatura, y de manera especial las dirigidas a la creación de empleo y la lucha contra el paro.

En el turno de réplica a la intervención del portavoz del grupo socialista, Mario Jiménez, el presidente andaluz ha recordado que puso 27 medidas encima de la mesa que "forman parte de la hoja de ruta de aquí a final de año", y que las consejerías ya cuentan con las órdenes para ponerlas en marcha.

Ha recordado que esas propuestas afectan al empleo, educación, vivienda, derechos sociales en general, función pública, descentralización política en ayuntamientos, sector agroalimentario, pymes, trabajadores autónomos, innovación empresarial, ejecuciones de hipotecas y transparencia democrática.

"Hemos puesto de manifiesto que el Gobierno tiene capacidad de respuesta a pesar de que la evolución de la crisis dista mucho de que nos pueda permitir ser optimistas", ha señalado Griñán , que ha afirmado que las medidas anunciadas son "muy distintas" pero todas ellas cuentan con el "nexo común" de "hacer que la crisis nos encuentre bien preparados".

Ha reiterado su "compromiso" de llevarlas a la práctica y ha resaltado que "se seguirán debatiendo en la Cámara, porque eso hace que la política sea una actividad noble y representativa", y ha mostrado su "plena confianza" en la capacidad del Gobierno andaluz para "conservar la iniciativa y seguir siendo el corazón político de Andalucía".

Griñán ha agradecido el apoyo del grupo socialista para que el Gobierno "sea capaz de seguir avanzando en el propósito de salir de la crisis" en los próximos meses, que ha calificado como "vitales para Andalucía, España y la zona euro".

"Desde Andalucía vamos a afrontar estos meses desde el orgullo de lo que hemos hecho a lo largo de muchos años y desde la humildad de quienes sabemos que hay que escuchar para rectificar las equivocaciones", ha asegurado.

Así ha dicho que su Ejecutivo va a "hacer sus deberes" y ha insistido en que se están "haciendo reformas y administrando cuentas con responsabilidad", así como "tomando medidas para reorientar el patrón de crecimiento y que cuando salgamos de la crisis Andalucía pueda crecer de forma estable".

Griñán ha mostrado además su "sensación de alegría" por el desarrollo del debate, que ha calificado como "positivo" y con una "dialéctica enriquecedora", que además ha servido, en su opinión, "para mostrar a los ciudadanos que la discrepancia enriquece, que el debate hace democracia y que el Parlamento está vivo".

Así ha mostrado su agradecimiento a todos los grupos parlamentarios y les ha pedido que "se sientan orgullosos de la legitimidad con la que ocupan sus escaños y del mandato representativo que ostentan".

"La democracia se hace día a día. Se puede perfeccionar, hacerla más participativa, más intensa, pero la base que la sostiene es el mandato representativo que se obtiene en las urnas", ha señalado el presidente de la Junta

El arranque del debate

Griñán y Arenas, como principales adversarios en las próximas elecciones autonómicas, rivalizaron ayer no sólo sobre sus respectivos egos personales, sino sobre propuestas. El último debate sobre el estado de la comunidad de esta legislatura no decepcionó. El presidente de la Junta anunció una batería nueva de medidas contra la crisis y la creación de empleo y sorprendió con la propuesta de eliminar la pensión extra a los presidentes de la Junta y obligar a los diputados a un salario único. Pero también el líder de la oposición desgranó muchas más iniciativas concretas que otras veces, algunas, como limitar el mandato de los presidentes a ocho años, ya conocidas. Sin embargo, uno y otro se acusaron de no escuchar las propuestas del otro.

Griñán estuvo humilde y autocrítico respecto a la sangría de parados en Andalucía, pero sin embargo no hizo ninguna mención al fraude de los ERE, el gran escándalo que atenaza a su gobierno y al PSOE andaluz este fin de legislatura. Arenas y Valderas se ocuparon de recordárselo. El líder del PP-A acusó a Griñán de «autoritario», de falta de credibilidad y de estar rodeado de una «galaxia de corrupción». Valderas le volvió a instar a cambiar de rumbo en su política.

Griñán no rehuyó reconocer el descalabro electoral en las municipales, pero su tono fue también de cierto orgullo y dejó claro que no se siente agotado como le dice Javier Arenas. «No vamos a agachar la cabeza los socialistas porque algunos piensen que llevamos muchos años gobernando». Para el presidente, que recibió numerosas ovaciones de los escaños socialistas durante su intervención, «el toque de atención de las urnas, su mensaje, constituye un estímulo».

Estas palabras a la mita de su discurso de hora y cuarto explican el objetivo de la tanda de iniciativas que Griñán anunció nada más subirse a la tribuna de oradores: Recuperar el voto perdido. Mar Moreno, la portavoz del Gobierno, había anunciado el día antes que Griñán se iba a «mojar» y demostraría que «sabe escuchar a la sociedad».

Griñán en la tribuna y los dirigentes de su partido en los pasillos mostraron gran interés en que se interpretara ese mensaje de su discurso. Sus propuestas son guiños claros a las circunstancias y sectores que el PSOE entiende que le ha dado la espalda en estas elecciones. Empezando por la crisis y los parados. El presidente anunció como medida estelar para los desempleados de larga duración un nuevo plan de obra pública dotado con 200 millones de euros para la reforma de centros públicos. Esta inversión es ajena al presupuesto de Educación.

Obra pública

El presidente añadió otra partida de 250 millones de euros para la creación de pequeñas y medianas empresas o la dotación de mejoras en las existentes. Ayuda que se une a la ya conocida de 40 millones de euros para el sector agroindustrial del aceite. Con ellas y el anuncio inmediato del tramo de la autovía de Almanzora entre Purchena y Baza por otros 150 millones de euros, y el de Lucena y Estepa, de la del Olivar por 300 millones, Griñán contentaba en parte a los sindicatos y patronal empresarial, cuyos dirigentes estaban presentes en la sala de plenos y posteriormente saludaron contentos las medidas. La patronal ha reivindicado insistentemente obra pública para paliar la crisis de muchas empresas de la construcción.

El debate fue intenso y con un denominador común: la rivalidad sobre transparencia democrática. Las propuestas inspiradas en el movimiento 15-M constituyeron la gran novedad que Griñán se reservó para el final de su discurso. Griñán invitó a los partidos a un gran acuerdo «para prestigiar la política». Habló de elaborar una ley inmediata con los siguientes puntos: La supresión de cualquier privilegio en materia de pensiones que pueda tener atribuido cualquier cargo público; y que ningún miembro de la Cámara, igual que los del Gobierno, pueda recibir retribuciones distintas, sea su origen privado o público, a las que percibe por el Parlamento.

La primera de las medidas se refiere a la pensión extra aprobada por Chaves la pasada legislatura para los expresidentes autonómicos. Griñán propone eliminarla. La segunda obligará a los diputados con cargos en los partidos a no recibir ninguna dieta o salario de estos y a elegir entre sus empresas o el sueldo de diputado. Tampoco los alcaldes (hay 17) o ediles podrán cobrar dietas de sus ayuntamientos si eligen el sueldo de diputado.

Griñán entregó a la presidenta del Parlamento su declaración de la renta de los últimos tres ejercicios como ejemplo de su disposición a la transparencia política, autorizando a Fuensanta Coves a que lo entregara a quien se lo pidiera e invitando a otros políticos a seguir su ejemplo.

Pero no fueron los únicos gestos para captar la simpatía de los desafectos de la clase política. Griñán anunció también un plan contra el fraude fiscal y otro contra el fraude social. Esta última propuesta constituyó otra de sus grandes novedades. El presidente anunció una mayor vigilancia de las prestaciones y subvenciones sociales de la Junta a los ciudadanos y sanciones para los que traten de engañar. El presidente recordó que el gran número de ayudas que contempla el Gobierno andaluz permite que una misma familia pueda llegar a recibir al año más de 13.000 euros, alrededor de mil euros mensuales, en conceptos que van desde medicamentos gratuitos, ayudas para la dependencia, becas para libros, para ordenadores, hasta transporte escolar y otras.

El presidente andaluz le dedicó gran parte de su discurso al paro y la crisis, problemas que ha descrito «como uno los peores de mi larga experiencia política». Las señales para demostrar que ha escuchado a la sociedad incluyeron nuevas medidas para reforzar el papel de los funcionarios, quienes le han declarado la guerra por la reforma del sector público. Recordó las diferencias que mantiene con el Gobierno y criticó a los ejecutivos europeos por pedir recortes a las autonomías y no frenar a los mercados financieros.