Economia

Rajoy alega un resfriado y no acude al cónclave del PP europeo sobre ajustes

El PSOE le acusa de «escabullirse» del «tirón de orejas» de Merkel y Sarkozy por no apoyar las medidas de Rodríguez Zapatero

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy canceló ayer por sorpresa su participación en la reunión del Partido Popular Europeo (PPE), en la que dirigentes como Angela Merkel, Silvio Berlusconi o el nuevo jefe del Gobierno portugués, Pedro Passos Coelho, han intentado convencer sin éxito a su homólogo griego, Antonis Samaras, para que apoyen el plan de ajuste presentado en su país por el socialista Yorgos Papandreu.

El rechazo del partido de Samaras al paquete de medidas promovido por el Gobierno heleno pone en peligro el desembolso por parte de la UE y del FMI del quinto tramo (12.000 millones de euros) del total de 110.000 millones de ayudas concedida a Atenas.

Rajoy, que en la tarde del miércoles acompañó en Toledo a María Dolores de Cospedal durante su acto de toma de posesión como presidenta de Castilla-La Mancha, se ha perdido esta importante cita por un «resfriado» que le ha provocado «fiebre», según indicaron fuentes de la dirección nacional del PP.

Una ausencia que, a juicio de los responsables del PSOE, tienen unas inequívocas connotaciones políticas. La directora del comité electoral socialista, Elena Valenciano, acusó a Rajoy de intentar «escabullirse» del «tirón de orejas» de sus homólogos europeos por su «actitud irresponsable» ante la crisis que atraviesa España. Y es que a juicio de Valenciano, «Rajoy ha hecho en España lo mismo que la oposición en Grecia», en alusión a que el PP tampoco ha apoyado las medidas de ajuste aplicadas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy tampoco estuvo presente en diciembre de 2010, en otro cónclave de los dirigentes de centro-derecha de Europa para abordar la delicada situación griega, en momentos en que el contagio a España era ya una amenaza. En aquella ocasión explicó que no quería ausentarse de España en pleno estado de alarma por la huelga de los controladores aéreos.

El PPE considera que Grecia podría eludir con más fortaleza el abismo financiero al que se encuentra asomada en este momento con un consenso nacional entre todos los partidos con representación parlamentaria para aprobar el paquete de medidas de ajuste y reformas.

El PP, en sustitución de su líder, envió ayer a Bruselas a su coordinador de relaciones internacionales, Jorge Moragas. El dirigente popular, antes de conocer las declaraciones de la socialista Valenciano, ya pretendía marcar distancias entre la postura de sus compañeros griegos. «Nosotros hemos mostrado sentido de la responsabilidad en numerosas de las reformas que se han ido planteando, en otras consideramos que no son reformas serias y no coinciden con lo que está planteando la UE», acotó.

Pero lo cierto es que la formación que preside Mariano Rajoy ha dado la espalda a Zapatero en momentos tan delicados como en la aprobación de las medidas de ajuste de mayo del año pasado (congelación de pensiones, reducción de un 5% del sueldo de los funcionarios, entre otros) o, sin retroceder tanto en el tiempo, en la tramitación de la reforma de la negociación colectiva que salvó el PSOE 'in extremis' el pasado martes con el apoyo de CiU y PNV.

Moragas insistió en los mismos argumentos que utiliza el PP para responder a estas críticas en España, e incidió en que el Gobierno socialista está llevando a cabo las recomendaciones de los organismos europeos con medidas «cada vez más cosméticas y sin la profundidad que exige la situación».

Rechazó que exista contradicción en el apoyo del PP a un gran acuerdo nacional en Grecia y su postura en España, donde no ha caminado de la mano del Ejecutivo en ninguno de las grandes tareas encomendadas por la Unión Europea. Los populares explican que la situación de Grecia y España no tienen nada que ver y que, por lo tanto, el comportamiento de la oposición política en ambos países tampoco tiene que ser el mismo.