MILENIO

ALGO HABRÁN HECHO MAL

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Lo de las fuerzas desatadas de la naturaleza ante las urnas, el pasado domingo, día cinco del mes en curso, a favor del PP, tiene a la causa socialista intentando reponerse en la UCI. Maltrechos y decepcionados, los efectivos supervivientes del PSOE se aprestan combatir con la moral más baja que la del coronel Gadafi, tras los bombardeos de la OTAN, de cara a las durísimas elecciones del próximo año. Y no hay indicios de mejora y/o templanza ante las adversidades.

Pero nadie dimitió hasta la fecha de hoy en la Casa socialista. Aunque la patria necesita a las filas socialistas, sea únicamente para evitar que las columnas de Mariano 'el yacente' y las del populista con sorna, el lugareño Arenas, reduzcan a un paseo la conquista del aparato del Estado en el próximo año. El PP venció sin necesidad de rogarle al poliglota y líder de masas, don José Mari Aznar. También estaba Paco Álvarez Cascos, pero los estrategas socialistas interpretaron que Cascos estaba más amortizado que el teatro Chino de Manolita Chen. Siempre en el PSOE percibimos arrogancia y maltrato a sus propios cuadros y simpatizantes, pues mientras más galones tenían los mandos que caían en desgracia con más dureza lo enviaban a casa la alta dirección del partido a gastos pagados.

No pocos de los exaltados gacetilleros que hoy gritan y mascullan amenazas espeluznantes contra los socialistas (de los comunistas nadie se acuerda) en los medios de comunicación de la actual 'caverna' mediática, fueron furibundos informadores antifranquistas en la recordada Transición. Se lo recuerdo a los próceres socialdemócratas, con este epitafio: «más de una y dos cosas habréis hecho mal en los últimos tiempos para que tales hordas estén hoy en la derecha». Y suelo recibir esta respuesta de las masas socialistas que te mencionan el éxodo de los israelíes, cuando Moisés abrió los océanos. Ese, el tal Moisés, sí que era un buen secretario general. Ahí están, en la franja de Gaza, los sucesores de los supervivientes del llamado 'pueblo elegido', donde se las dan por todas partes y sin que el océano se inmute lo más mínimo.

Así se explica que el yacente Rajoy ni se inmute ante el futuro inminente. Hace poco, el ilustre yacente, dijo: «Lo del Estado del bienestar seguirá si se puede costear. En caso contrario, ya veremos». En el PSOE ni siquiera han tomado nota. Quizás porque tanto en el palacio de los Montpensier como en la sede andaluza de los socialistas, se refugian con el consabido «Aguantemos que ya la sociedad española conocerán a nuestros adversarios». Desahogados sí que son los socialistas andaluces.