ESPAÑA

Rajoy anima al presidente a irse por «el interés general de los españoles»

Zapatero descarta un giro a la izquierda y dice que habrá más «decisiones difíciles» aunque perjudiquen sus intereses electorales

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy mantuvieron ayer su primer cara a cara parlamentario tras la debacle electoral socialista. Fue un debate de perfil bajo, de discursos contenidos y sin una sola referencia directa al resultado de los comicios. La misma idea, la apelación al interés superior de España, le sirvió al líder de los populares para animar a su oponente a convocar de inmediato elecciones, y a Zapatero para insistir en que agotará la legislatura para poder completar las reformas que el país necesita para salir de la crisis. Solo el duelo de ovaciones con que sus bancadas obsequiaron a ambos recordó el aire de victoria que embarga al PP y la necesidad de restañar heridas del PSOE.

Rajoy, como si nada hubiese ocurrido el domingo, repitió una vez más su discurso del fracaso de las políticas económicas de Zapatero, con unas cifras de paro, especialmente juvenil, que no dejan de empeorar y que colocan a España a la cabeza de Europa, y con un Gobierno superado y convertido en el «principal problema» para que el país salga de la crisis. No se genera empleo y riqueza, señaló, porque el Ejecutivo «no inspira confianza ni dentro ni fuera» y esta desconfianza es la que impide resolver «el empleo juvenil y otras muchas cosas de la economía española». Conclusión: Zapatero «debe pensar en eso» y marcharse ya «por el interés general de los españoles».

Responsabilidad

El presidente del Gobierno ve la otra mitad de la botella. Va a agotar la legislatura «por responsabilidad» para completar el catálogo de ajustes, reformas y medidas de contención del gasto público que comenzó a aplicar hace un año, porque en su opinión son «indispensables» para conseguir la recuperación y la creación de empleo. No va haber giro a la izquierda, dejó claro tanto a los grupos minoritarios como a las voces que se lo reclaman desde su propio partido. El Gobierno va continuar con la toma de «decisiones difíciles» desde el convencimiento de que «van a producir resultados (positivos) a corto y medio plazo». Persistirá en las políticas que dan confianza a los mercados financieros, sin pensar en los daños electorales que puede volver a sufrir el PSOE, porque «pondremos el interés de España por encima de cualquier otro».

Zapatero no observa una pérdida de confianza en el Gobierno sino «un cambio de las circunstancias» por la dureza de la crisis.

Dentro del reparto de papeles diseñado por la dirección popular, los ataques políticos quedaron para la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. La dirigente opositora sí que habló de los comicios para destacar que «el efecto Rubalcaba», la persona en la que dijo que «los socialistas pusieron hace meses todas sus esperanzas», ha quedado «en el peor resultado electoral del PSOE».