El negocio de reconstruir países

Comida, medicinas, equipos de laboratorio, vehículos, ordenadores, materiales de construcción y servicios de seguridad. Son algunos de los bienes y servicios más demandados por las Naciones Unidas (ONU), el gigante multilateral nacido en 1945 que tiene como cometido básico mantener la paz en el mundo y que se ocupa, entre otras tareas, de garantizar la seguridad y la reconstrucción en países arrasados por guerras, hambrunas, pandemias y catástrofes naturales cuando sus autoridades se ven desbordadas. Afganistán, Oriente Próximo, África subsahariana y los Balcanes son algunos teatros de operaciones donde realiza su actividad mediante despliegues de fuerzas militares, programas de alimentos, alfabetización, vacunaciones o protección medioambiental.

Pero esa maquinaria de dimensiones colosales que es la ONU exige para funcionar suministros constantes de sus proveedores. Si el abastecimiento de bienes y servicios se interrumpiese, su engranaje se pararía, muchas de sus nobles actividades podrían colapsar y peligrarían la vida, la seguridad y los derechos de pueblos enteros.

La importancia económica de la ONU está plasmada en un informe de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Nueva York, que lleva por título 'Cómo hacer negocios con Naciones Unidas'. El texto detalla que «la ONU, incluidas sus agencias afiliadas, representa un mercado internacional de más de 13.000 millones de dólares (9.000 millones de euros) para las empresas de bienes y servicios».

El informe recalca, además, que la ONU es un «excelente trampolín» para que compañías de ámbito nacional introduzcan sus productos en otros países y regiones del mundo. Una plataforma a la que las empresas españolas han prestado hasta ahora poca atención. España ocupa el octavo lugar como país aportador de fondos a la ONU (919 millones de euros en 2009, de acuerdo con el volumen de su PIB) pero sus empresas le vendieron productos por solo 35,6 millones, el 0,36% del total de adquisiciones del sistema. La organización realiza sus adquisiciones sobre una base internacional a vendedores de todos los tamaños y lugares.

Hay que decir, a favor de las empresas españolas, que aunque su presencia es reducida, se ha duplicado desde 2007. No obstante, a 8 de marzo de 2011 solo 137 compañías estaban registradas en el portal de compras de las Naciones Unidas, requisito indispensable para participar en las licitaciones de contratos. Son datos de la consultora Scadi, que organiza el próximo 20 de mayo en Madrid un seminario, patrocinado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que tiene como objetivo enseñar a las pymes a beneficiarse de estas oportunidades.

Ayuda humanitaria

Hasta ahora se han inscrito para participar en este evento una veintena de compañías, la mayoría vinculadas a las áreas de transporte, logística y almacenaje (a los que la ONU destinó en total 1.689 millones en 2009, el 17,28% de sus compras) y a las de seguridad, defensa y ayuda humanitaria (que sumaron contratos en todo el mundo por casi 340 millones, el 3,5% del montante total invertido).

Lo más vendido hasta ahora por empresas españolas al organismo multilateral son alimentos, vehículos, equipos de eliminación progresiva, equipos de laboratorio, motores y generadores eléctricos, herramientas de mano, trabajos de construcción, servicios aéreos y de viajes, estudios técnicos, raciones y servicios de catering. Más del 60% de esas ventas se formalizó a través de la División de Adquisiciones de la ONU, agencia que presta servicios a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, a las misiones de mantenimiento de la paz en todo el mundo y a otras organizaciones del sistema. Sus principales objetivos son ofrecer a los clientes la mejor relación calidad-precio y asegurar el suministro de bienes y la prestación de servicios en los plazos previstos.

Principal beneficiaria

Durante 2009, último año del que existen datos cerrados, la principal beneficiaria española de contratos con la ONU fue la aerolínea Air Europa -empresa a la que el Gobierno eligió para el transporte de sus tropas destacadas en misiones internacionales de paz-, que según los datos de Scadi se embolsó 13,6 millones de euros. Le sigue otra compañía del mismo sector, SW Iftair (6,6 millones); Indra Sistemas, que proporciona servicios informáticos (1,09 millones); la constructora Inypsa Informes y Proyectos (985.300 euros) y TST Stag (810.695 millones), que suministra equipo para la eliminación de sustancias dañinas para la capa de ozono.

El listado de países que más negocio hacen con la ONU está encabezado por Estados Unidos (1.228 millones de euros en 2009) y Suiza (597 millones). Lo más llamativo de este ránking es la presencia, en los puestos tercero, cuarto y sexto de tres países en vías de desarrollo: India, Sudán y Afganistán, respectivamente. Entre 2005 y 2009 el volumen total de adquisiciones de las Naciones Unidas se incrementó desde 5.900 millones hasta 9.772 millones, principalmente debido a un aumento de 2.549 millones de euros en la contratación de servicios durante el período.

En 2009, el volumen total de adquisiciones de las organizaciones de la ONU aumentó un 1,5% respecto de 2008. Las compras totales de bienes se redujeron en un 5,3%, mientras que la contratación de servicios aumentó un 8,2%.