Semana

El día más esperado llega el mal tiempo

Tan solo Misericordia se arriesga a salir y a la hora y media tiene que darse la vuelta, mientras que el resto de cofradías se quedó en su templo por la amenaza de lluvia

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La jornada más esperada, en la que más procesiones realizan su salida de penitencia, la más larga de toda la Semana Santa, la más cofrade y al final la más pasada por agua. Los peores pronósticos se cumplieron y el Jueves Santo tan solo disfrutó de un par de momentos cofrades. El milagro no ocurrió y la lluvia aguó el día más importante para la Semana Santa isleña, aquella que supuestamente iba a comenzar a las cuatro de la tarde y se iba a alargar hasta las diez de la mañana del siguiente día.

Misericordia fue la única que se aventuró, ya que el riesgo era muy elevado, atrasó la salida a las siete de la tarde y al poco tuvo que volver a su templo sin llegar si quiera a atravesar Cardenal Spínola. El resto aguantó la decisión hasta el final, para hacer de tripas corazón y tirar por tierra la ilusión, el trabajo, la espera de todo un año. Importantes estrenos que al final no pudieron mostrarse a la luz del día en una jornada que se caracteriza por la variedad de momentos a escoger, por ser un día de lugares repartidos en el que se vive la Semana Santa desde La Ardila a Bazán, desde San Francisco a La Pastora. Algunos de los barrios más señeros de la ciudad tuvieron que conformarse con acudir a la puerta de sus templos para ver las imágenes en el interior.

Desde la Casería

La apertura de la puerta lateral de la parroquia de la Inmaculada, aquella que transformó la tarde del Jueves Santo hace ya unos años al evitar que el Santísimo Cristo del Perdón tuviera que salir a hombros de sus cargadores en vez de en su paso, permaneció abierta para que la talla pudiera sentir el calor de su barriada que con tanto cariño la acoge cada vez que su figura asoma, aunque en esta ocasión solo pudo verse en su interior. Este año no contaba con grandes estrenos y solo presentaba la incorporación de capas blancas para todos los hermanos del cortejo. Aunque ya, el año pasado, se pudieron ver en el cortejo que acompañó al crucificado de La Casería en la Magna.

Y es que la Cofradía sigue inmersa en un gran proyecto, aquel que permita la salida de la única Dolorosa de la Semana Santa isleña que se queda sin pisar la calle, la Virgen de la Paz. A pasos cortos pero al menos el camino ya se ha comenzado para que deje de ser así y la procesión del Perdón se complete.

El cierre de la Pastora

El paso que simboliza el barroco en la Semana Santa isleña se atrevió a salir a la calle, aunque no duró más de hora y media. Misericordia salió a la siete de la tarde y se dio de inmediato la vuelta ante las previsiones de lluvia. Al menos se pudo apreciar uno de los pasos más característicos de San Fernando que volvió a lucir como en sus inicios ya que fue restaurado en los talleres de Manuel Guzmán Fernández. El paso salió en 1968 de los míticos talleres de Manuel Guzmán Bejarano. Del barroco cofradiero más clásico, luce sin alardes un canasto de los denominados de pecho paloma. Fue dorado en Triana por Antonio Sánchez González. Ahora se ha restaurado todo el dorado y se ha incorporado una nueva mesa, que da también mayor altura al conjunto del misterio.

Longinos a caballo

Era uno de los estrenos más esperados de la Semana Santa de 2011. La hermandad de las Tres Caídas continúa completando su conjunto escultórico y este año presentaba la imagen secundaria de un romano a caballo, obra del imaginero isleño Jesús Vidal, el mismo que ha realizado las tallas de los titulares, bendecidas en 2010. Pero, el agua no permitió que se pudiera disfrutar de la estampa en la calle.

El denominado Longinos a caballo no se mostró en su esplendor y hubo que conformarse con acudir al templo a verlo. Tampoco se pudo contar con una de las imágenes que prometía ser de las más señeras en la ciudad, ya que por primera vez una hermandad había planteado procesionar frente a la Venta de Vargas, siendo la primera en hacerlo en la historia de la Semana Santa.

Enmudece la noche

Es la procesión encargada de alumbrar la madrugada y lo suele hace con gran sobriedad y un sobrecogedor silencio. En esta ocasión fue la lluvia la que calló a los cofrades al ver que la imagen se quedaba en el templo. Entre sus estrenos este año destacaba el anhelado bordado de la bambalina frontal del paso de palio de María Santísima de la Esperanza. Por otro lado hay que destacar que en el mes de septiembre la imagen del Crucificado de la Expiración será restaurada por el especialista Pedro Manzano. También se trabaja en una próxima renovación del altar de los titulares en la iglesia de San Francisco.

Al cierre de esta edición el Nazareno aún no había tomado una decisión sobre su salida penitencial.