Carlo elabora unos 200 kilogramos de helado al día. :: MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

Del tacón de Italia a los paladares gaditanos

Este heladero presume de utilizar productos de su país como el pistacho de Sicilia, la avellana de Piamonte y la almendra de Bari Carlo Guerriero es un veneciano que trae a Cádiz el secreto de los helados italianos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Carlo Guerriero tiene un secreto. Un secreto de los de verdad, de los que solo se comparte con la familia y pasa de padres a hijos. Cuando alguien entra en su tienda, Carlo se muestra cauteloso con su secreto, aunque todos participan de él. Y es que el secreto de Carlo guarda la receta del helado italiano «puramente artesanal». Este veneciano ha abierto hace tan solo dos semanas una heladería en la capital gaditana, en la avenida José León de Carranza. No le importa la crisis, «puede que estemos saliendo ya de ella o no», cuenta, pero cuando a uno se le ha escrito ya su destino poco tiene que hacer contra él. «La tradición comenzó con mi abuelo allá en Italia», cuenta. Él ayudó a un primo a abrir la primera heladería de la familia Guerriero y el gusto por la elaboración de este producto pasó a su hijo y padre de Carlo. «Todos en la familia nos dedicamos a esto», ahora incluso su hijo pequeño se llama Giuseppe en honor al primer heladero de la familia. Y eso que en un principio se resistió. «Yo estudié Ingeniería Química pero al final me he dedicado al negocio familiar», aunque lo hace a algunos miles de kilómetros de distancia de su tierra natal. La culpa de esta lejanía la tiene su mujer María del Carmen Murga Arrabal. «Vine hace 7 años de Erasmus a Cádiz y me enamoré de ella». Luego partieron hacia Italia pero «Cádiz nos gusta mucho a los dos y decidimos volver y probar suerte aquí».

100 % artesanal

Carlo presume de que todos sus helados están elaborados con productos frescos. Cada día a las seis de la mañana, este veneciano baja a la tienda y comienza a preparar el helado del día. «Hacemos entre 150 y 200 kilos de helados cada día al estilo tradicional de la familia», afirma. Además, la mayoría de los productos que usan vienen de Italia, para potenciar aún más el sabor verdadero de los helados italianos. «Traemos el pistacho de Sicilia, la avellana de Piamonte que está al norte, la almendra de Bari, donde está el tacón de Italia. hasta las tarrinas donde ponemos el helado son italianas». Todo menos los productos frescos como la fruta, la leche o la nata. «Apostamos mucho por el sabor de los helados y no nos gusta incluir ni conservantes ni colorantes, también por eso nuestros sabores dependen de la temporada en la que estemos».

De momento no sabe que le deparará el futuro y si la crisis terminará ganándole la partida pero se muestra optimista. «Estamos en una temporada buena para el helado y hasta noviembre permaneceremos abiertos...Lluego ya se sabrá». Al menos siempre le quedará el arropo de la familia y el secreto del verdadero helado italiano al más puro veneciano.