Javier Arenas, Dolores de Cospedal, el líder del PP balear, José Ramón Bauzá, Rajoy y Esteban González Pons aplauden en la clausura de la convención de su partido en Palma. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy pide a sus barones un triunfo claro el 22-M para gobernar en 2012

El líder opositor quiere que las comunidades sean las «locomotoras» de la recuperación económica y que no compitan entre sí

PALMA DE MALLORCA. Actualizado: Guardar
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El PP encara las elecciones autonómicas del 22 de mayo en busca de un botín de mayor enjundia que los 13 gobiernos regionales y dos ciudades autónomas en liza. Las encuestas vaticinan que las gaviotas sobrevolarán la práctica totalidad del mapa político el 23 de mayo, pero este éxito no garantiza un adelanto electoral que propicie el aterrizaje de Mariano Rajoy en la Moncloa, principal objetivo del partido y «única esperanza» para sacar a España de la crisis.

Los populares, además de convertir los comicios en un plebiscito sobre José Luis Rodríguez Zapatero, quieren que la previsible victoria cimente el futuro Gobierno de Rajoy y allane el camino a las reformas que piensa aplicar. Y así se lo transmitió ayer el líder popular a sus barones en la clausura de la convención que han celebrado en Mallorca para presentar el programa electoral. «Hay que empezar ya y ese es vuestro reto», espetó.

Rajoy defendió que el desembarco autonómico del PP permitirá allanar el camino para las reformas que piensa impulsar como presidente de España para dar respuesta al desempleo, verdadera «urgencia nacional». Alertó de que no hay mucho tiempo para iniciar el camino de la recuperación económica, «que aún no se ha producido, pero que llegará».

El líder de la oposición zanjó las dudas sobre su defensa del actual modelo autonómico, aunque introdujo un matiz patriótico. Defendió unas comunidades que hagan de «locomotoras» de la recuperación económica y que dejen su «actual condición» de «vagones» que ralentizan la marcha del país. Quiere que las regiones solo compitan en ver cuál de ellas beneficia más al conjunto de España. «No las queremos -explicó- enfrentadas, las comunidades autónomas existen para que ser español resulte más fácil».

En contraposición a unos socialista que «cuando tienen un problema piensan en cómo contarlo», resaltó que los populares «cuando tenemos un problema pensamos en cómo solucionarlo, para eso estamos». Rajoy enfatizó que los populares «no somos comentaristas de lo público, somos gestores de la economía».

El conclave popular transcurrió en un ambiente de euforia contenida y entre la aparente contradicción que ha supuesto tener como anfitrión al presidente del PP de Baleares, José Ramón Bauzá, al que Rajoy alabó por haber solucionado la crisis creada por Jaume Matas (no llevará a imputados en sus listas electorales) y la relevancia de Francisco Camps, aspirante a revalidar la Presidencia de la Generalitat valenciana pese a estar imputado por un presunto delito de cohecho. El líder popular, en contra de lo ocurrido en la primera jornada, obvió referirse a la regeneración y la lucha contra la corrupción.

Cuatro palabras

Rajoy empleó buena parte de su discurso en poner especial énfasis en ensalzar el lema de esta convención, 'Más sociedad y mejor gobierno', «cuatro palabras que sintetizan nuestras prioridades para los próximos años», agregó.

El PP considera que el PSOE ha mermado la capacidad de acción e independencia de la sociedad. El dirigente popular se comprometió a capitanear un Gobierno que imponga «menos imposiciones, menos intervenciones y menos prohibiciones» para, en definitiva, «meterse menos en la vida de la gente» para permitir que los ciudadanos actúen con «más libertad».

Lamentó, al hilo de esta reflexión, que los socialistas presuman de hacer políticas que no hacen, como las sociales. «Lo nuestro es una apuesta por la gente, por las personas, por la sociedad». Este mismo argumento lo alimentó con su convencimiento de que serán los españoles los que derroten a la crisis con la ayuda de los futuros gobiernos populares.

En cuanto a las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo socialista en materia energética, el líder de la oposición las consideró más «desoladoras que chistosas» y, en cualquier caso, revelan los errores cometidos durante los últimos siete años en esta materia, «que no se solucionan con siete días de improvisaciones».

Acusó también a Zapatero de «gobernar con caducos perjuicios ideológicos» y anunció que un gobierno del PP contará en el futuro con todas las fuentes de energía, también con la nuclear «que hoy -subrayó Rajoy- es más barata y más limpia».