Estrategia para salvar a Griñán

Los socialistas siguen creyendo que la gestión del escándalo es lo que a la larga salvará a Griñán. El presidente dio órdenes a Recio de adelantarse en la investigación a la jueza y a Susana Díaz de cortar la cabeza de cualquier intruso con el carnet socialista. Lo están haciendo. Junta y PSOE actúan diligentemente bajo la premisa de «caiga quien caiga». Eso es irreprochable. Pero el mensaje no cala.

La Junta insiste en que la fullería de colocar polizones en las pólizas de pensionistas prematuros es cosa de cuatro sinvergüenzas encubiertos por el ex director general de Empleo, Javier Guerrero, que hasta colocó a su suegra en uno. Pero aunque la jueza concluya lo mismo en el futuro, es más que razonable la sospecha sobre el descontrol, arbitrariedad y chapucería en la gestión del dinero público destinado al empleo. El último fraude conocido, el de los fondos europeos a empresas, refuerza esa sospecha. Eso es lo que está calando. Y es una pena cuando también es verdad que ese dinero ha servido para disminuir los efectos terribles del paro colectivo en muchas comarcas.