La obesidad y las drogas amenazan a los adolescentes españoles

El sobrepeso y la obesidad, el consumo de drogas y el sufrimiento de trastornos mentales son los riesgos de salud primordiales que aquejan a los adolescentes españoles, entendiendo por tales los que tienen edades comprendidas entre 10 y 19 años. De acuerdo con el informe 'Estado Mundial de la Infancia 2011', presentado ayer por Unicef, la principal causa de muerte entre los jóvenes son los accidentes de tráfico.

En números absolutos, los traumatismos que sufren niños y adolescentes representan la principal causa de muerte a escala mundial. No en vano, casi 400.000 menores y jóvenes de hasta 19 años pierden la vida todos los años, especialmente por accidentes de circulación.

De acuerdo con el estudio, se estima que el 20% de los 1.200 millones adolescentes de todo el mundo tienen problemas mentales o de comportamiento. La depresión es la enfermedad que más contribuye a la carga mundial de morbilidad entre los jóvenes de 15 a 19 años. El suicidio es una de las tres causas principales de mortalidad entre las personas de 15 a 35 años. En conjunto, unos 71.000 adolescentes se quitan la vida anualmente en el mundo y una cifra 40 veces superior lo intenta.

El informe destaca que cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años de edad y el 70% antes de los 24. El deterioro de la salud mental de los adolescentes se ha incrementado de manera notable en los últimos 30 años, debido a las rupturas familiares, el aumento del desempleo y «las poco realistas aspiraciones educativas y profesionales que las familias tienen para sus hijos e hijas». Los expertos subrayan que los problemas de salud mentales de los adolescentes comportan elevados costes socio-económicos, dado que conforme transcurre el tiempo «suelen sufrir discapacidades».

Países anglófonos

En lo que concierne a la gordura, España figura entre los países de la OCDE donde se registran mayores índices de obesidad. Curiosamente, los estados en los que el exceso de peso adquiere tintes alarmantes se ubican en el sur de Europa -España, Grecia, Italia y Portugal- y en los países mayoritariamente anglófonos: Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña. En España, el 27,6% de los niños y adolescentes de entre 2 y 17 años padecían sobrepeso u obesidad, según datos de la Encuesta Nacional de Salud recogidos por Unicef.

Ante el panorama sombrío que configuran los datos, la directora ejecutiva de Unicef España, Paloma Escudero, aseguró que en los últimos cinco años se ha logrado una reducción del 30% de la mortalidad infantil en el mundo, un éxito que obedece al aumento de la inversión en políticas de infancia.

No obstante, las carencias educativas sigue lastrando el desarrollo de los países. Más de 70 millones de jóvenes en edad de cursar los primeros años de secundaria no asisten a clase y las niñas aún no alcanzan a los chicos en el acceso a esta etapa de escolarización.

Son muchos los factores que atentan contra la vida de los más jóvenes. Aparte de los accidentes, el estudio de Unicef cita el sida, el embarazo precoz, el aborto en condiciones de riesgo, los comportamientos como fumar y consumir drogas y la violencia.

Bebidas alcohólicas

En lo que atañe a España, Escudero subrayó que el 56,2% de los adolescentes entre 14 y 17 años habían probado bebidas alcohólicas y el 18,7% habían consumido cannabis en los 30 días anteriores a la realización de la encuesta, que data de 2008. Los comportamientos imprudentes suelen solaparse. Una investigación sobre pobreza infantil en los países de la OCDE demostró que los adolescentes que fuman tienen tres veces más probabilidades de consumir alcohol regularmente y ocho veces más de consumir cannabis.

Todas están circunstancias conspiran para que fenómenos como la violencia machista sea difícil de erradicar. No en balde, más del 50% de las chicas de 15 a 19 años justifican el maltrato de los varones hacia la mujer.

Una realidad ominosa que denuncia el informe es el trabajo infantil. Alrededor de 150 millones de niños de 5 a 14 años trabajan actualmente. El África subsahariana es el principal escenario de esta modalidad de explotación. Unicef subraya que los adolescentes que trabajan demasiadas horas, o en condiciones peligrosas, tienen menos probabilidades de completar su educación, lo que reduce sus posibilidades de salir de la pobreza. Con todo, hay pruebas de que la prevalencia del trabajo infantil ha descendido en los últimos años.