CARTAS A LA DIRECTORA

Las Aletas pierde otro año, y van...

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Como titular de portada nos ofrecía LA VOZ días pasados una noticia ciertamente preocupante que rezaba así: «El proyecto para construir Las Aletas pierde otro año enredado en trámites». A continuación la noticia era más explícita: «El Consorcio aún no ha acabado el plan de reajuste del terreno afectado por la sentencia del Supremo». Como en la Bahía no tenemos bastantes administraciones públicas surge un proyecto importante es necesario crear un 'Consorcio', cuya composición en este caso, supone un enigma para los ciudadanos y a juzgar por los resultados su eficacia es más que cuestionable. Pero toda esta inoperancia que venimos soportando de forma sorprendente y muy significativa en Puerto Real, no es fruto de la casualidad sino de la falta de responsabilidad de dos Administraciones Públicas; la local y la autonómica, que durante mucho tiempo mantuvieron una discordia sobre la potestad del proyecto y la racionalización de sus usos. Por otro lado nos encontramos con la intervención en este tema del colectivo ecologista. Creo que estos señores cumplen una función en la sociedad, pero no pueden convertirse en árbitros decisorios de la prosperidad y el futuro de los pueblos, máxime cuando estamos rodeados por un entorno donde se han permitido todo tipo de agresiones a la naturaleza y con la que está cayendo con la destrucción salvaje de empleo, cuando se generan más expectativas de creación de 20.000 puestos de trabajo decir que el objetivo para esa zona es su inundación, parece que se trata de una falta de consideración, de respeto e incluso de un desconocimiento supino de la realidad. A mí esto objetivo me plantea serios interrogantes: ¿Cómo se pueden inundar ahora las Aletas? ¿Qué beneficios reportaría? ¿Cuántos perjuicios acarrearía? ¿Cómo se mantiene esa inundación? Tendríamos que remontarnos en torno a los 1.500 a.de C., para situarnos en los orígenes de todos esos espacios que acabamos de mencionar, cuando unas lluvias torrenciales provocaron la inundación de extensos terrenos en el litoral de nuestra Bahía, teniendo como gran protagonista al Río Guadalete que con la fuerza de sus corrientes fluviales socavó un gran estuario que por lo que respecta a la confluencia con el mar llegaba desde el Puerto hasta el Rio Sancti Petri. Pero eliminadas las lluvias se inició un punto de inflexión entre lo que supuso sus épocas de excavación y las de relleno.

Por lo tanto las Aletas no es un espacio natural, sino que surgió como consecuencia de la transformación geográfica, de tal manera que el río San Pedro quedó como un gran afluente del Guadalete, pero debido a un recurso residual de aquellas inundaciones, este rio alimentaba las Aletas. Pero su situación actual es lamentable, porque por diversos intereses está sometido a un precipitado proceso de exterminio. Las Aletas están sometidas al proceso de relleno y colmatación que la propia naturaleza viene determinando.