Messi y David Villa están completando una gran temporada en el conjunto azulgrana. :: REUTERS
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La historia, en manos rojiblancas

Los catalanes buscan la 16ª victoria consecutiva en la Liga para romper el empate con el Real Madrid de Di Stéfano de la temporada 60-61 El Barcelona recibe con hambre de récord a un Atlético muy imprevisible

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Cuando un equipo que lleva sólo una victoria en los últimos cinco partidos de Liga visita a otro que ha encadenado quince triunfos consecutivos lo normal sería no darle ninguna opción. Pero resulta que esa escuadra renqueante y dubitativa es el Atlético de Madrid, que históricamente suele enderezarse y recuperar su chispa cuando se enfrenta al Barça. La estadística indica que los rojiblancos son los que más veces han ganado al conjunto azulgrana en las últimas siete temporadas (seis) y que son los que han marcado más goles que nadie en el Camp Nou (98), aunque también es cierto que últimamente se van del Camp Nou con la mochila repleta de tantos: 3-0, 6-1 y 5-2. En cualquier caso, si hay un equipo que intranquiliza en el entorno culé antes de un partido ese es el Atlético. Imposible no recordar la indirecta de Pep Guardiola al término del encuentro de la primera vuelta en el Vicente Calderón (1-2), cuando insinuó que los colchoneros juegan con más tensión y concentración ante el Barça que contra el Real Madrid, que pese a ser su eterno rival no suele encontrar oposición en el Atlético.

El Barça, con sus titulares descansados después de que los suplentes sellaran el miércoles en Almería el pase a la final de la Copa del Rey, intentará llegar a la 16ª victoria seguida en la Liga, un registro estratosférico que superaría el récord de la competición de la regularidad igualado el pasado sábado en Alicante. De momento se produce un empate con el Madrid de Di Stéfano en la temporada 1960-61, que también alcanzó las quince consecutivas. Un récord merengue en manos del orgullo colchonero: es la esquizofrenia del fútbol.

Pep Guardiola sólo tiene las bajas de Puyol y Jeffren para tan importante partido, puesto que Iniesta ya se ha recuperado del esguince en una clavícula que sufrió ante el Hércules. El técnico echará mano de sus artes psicológicas para que el impacto mediático de la final Barça-Madrid de Copa no descentre a sus jugadores. En los últimos días sólo se habla del 20 de abril, pero el técnico de Santpedor quiere el tema de conversación sea por ahora los siete puntos de ventaja que el Barça saca al 'Mourinho Team' en la pelea por el título de Liga. El objetivo es aumentar esa distancia paulatinamente para poder ir haciendo rotaciones pensando en la final de Copa y en las rondas decisivas de la 'Champions'.

El Atlético, como no podía ser de otra forma, contempla el partido del Camp Nou como el punto de inflexión en su irregular temporada. Es el momento de demostrar que el equipo sigue sintiéndose grande o de confirmar que está instalado en la temida mediocridad. A domicilio ha perdido en seis de sus ocho últimos desplazamientos. Con semejante trayectoria, sólo la resurrección de Agüero y Forlán, otrora habituales verdugos del Barça y ahora más pendientes de las ofertas que les llegan, permitiría soñar al equipo de Quique Sánchez Flores, quien tiene las bajas del sancionado Perea y de los lesionados Mario Suárez y Raúl García. Por contra, vuelve Tiago a la lista tras su viaje a Portugal por el fallecimiento de su abuelo.

«El Barça es un referente en el mundo que lo complica mucho todo a los rivales y que cuando tiene el balón te hipnotiza, pero nosotros hemos hecho cosas difíciles y podemos repetir otra más», explicó Quique, que seguramente alineará de titular a Ujfalusi, cuya durísima entrada a Messi en el Calderón le provocó una lesión leve que pudo ser muy grave. La afición azulgrana no lo olvida. Meses después, el checo recibió una entrada similar de Cristiano Ronaldo que pasó desapercibida.