De todo. A las 'tradicionales' escisiones de los partidos de siempre, se unen colectivos de ciudadanos y vecinos que han decidido intentar, a través de las urnas, influenciar en los nuevos gobiernos municipales. :: A. S. ALARCÓN
elecciones municipales de mayo

El desgaste de PP y PSOE abre paso a partidos independientes

El desgaste de las siglas tradicionales aviva la proliferación de partidos locales por toda la provincia. 12 nuevas formaciones acaban de sumarse a las 58 registradas en Cádiz. Para las elecciones municipales de mayo se multiplican las opciones independientes. El descontento puede convertirlos en decisivos.

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Hace cuatro años, por ejemplo, la lista de los partidos locales que concurrían a las elecciones municipales en Sanlúcar incluía, amén de las siglas de siempre, un batiburrillo de escisiones, rebotados, iniciativas kamikazes, colectivos voluntariosos y líderes vecinales. Una vez que pasó la fiebre electoral, el afán de obtener el sillón definitivo (el que determina el gobierno de turno), muchas de estas formaciones perdieron fuelle, se deshicieron en el transcurso de la legislatura, y sólo unas cuantas, las más sólidas o las mejor financiadas, han sobrevivido. Son aventuras efímeras, incapaces de sobreponerse a la falta de representación. Sin embargo, de vez en cuando, alguna consigue dar la campanada y logra instalarse en el gobierno (el propio CIS de Sanlúcar) o incluso hacerse con él (Roteños Unidos), lo que da la medida de su solidez. Quizá el ejemplo por antonomasia, aunque venga de lejos, sean los Independientes Portuenses de Hernán Díaz, que controlaron 16 años uno de los ayuntamientos más 'deseados' de la Bahía sin necesidad de posicionarse abiertamente en el espectro ideológico.

Faltan cuatro meses para las municipales y al menos doce nuevas formaciones independientes ya han anunciado su intención de concurrir a ellas. Caerán más, porque los trámites para registrarse como partido son fáciles y el Ministerio del Interior apenas tarda 20 días en rubricar la documentación con el visto bueno. Resulta más sencillo montar una lista electoral que dar de alta una empresa. Buena prueba de ello es que 58 siglas locales, algunas de ellas desaparecidas en combate desde hace tiempo, continúan rezando en el listado oficial del MIR, puede que porque sigan realizando labores políticas 'de baja intensidad' o porque nadie se haya molestado en cursarles la baja.

En cualquier caso, por muchas diferencias que las separen, las doce nuevas formaciones, con intereses diversos y aspiraciones generalmente modestas, admiten que la desafección por los políticos 'profesionales' y el desencanto o el recelo que provocan los partidos de siempre puede jugar a su favor y abrirles un hueco en el difícil 'mercado' de la gestión municipal. Todo indica que es el momento idóneo para que un electorado especialmente escéptico y vapuleado por la crisis apueste por opciones distintas. Ahí, sin más, radica parte del éxito del UPyD de Rosa Díez: en saber recoger a los descontentos, de aquí y de allí, aunque para eso haya que hacer equilibrios con el ideario.

El que más ruido mediático está haciendo, en gran medida gracias al tirón y a la notoriedad de su candidato, es el Foro Ciudadano de Pedro Pacheco. Se define como «un movimiento de regeneración» que pretende 'expulsar' del Ayuntamiento de Jerez a los socialistas acogiendo «a todos los vecinos que se consideran exiliados de la política». La cuestión, para la calle, es si primero fue el Foro y después vino Pacheco, o si el Foro se fraguó 'ad hoc', según las directrices en la sombra del veterano andalucista. La candidatura, además, tiene el morbo añadido de que puede determinar no sólo la composición del Pleno, sino la de Diputación. En Jerez está la clave.

De todos, para todos

En Chiclana, acostumbrada a la marejada permanente, a las rupturas y a los reencuentros, no tiene nada de raro que aumente el abanico de opciones con dos nuevas candidaturas, como poco, que se añaden a las muy particulares PAUTE (Partido de Autónomos) y DIPA (Defensa de los Intereses del Pueblo Andaluz, de José Luis Velázquez). El Partido Regional Vecinal de Chiclana, con Marisol Ayala a la cabeza, surge del movimiento de propietarios de viviendas irregulares y aboga por «devolver la voz a los vecinos», ya que -dicen- «el pueblo está harto de políticos de carrera y de intereses creados». Ayala insiste en que «aquí nadie tiene la intención de hacer de la política su modo de vida», y sitúa «la lucha contra la corrupción» entre sus objetivos.

Unidos por Chiclana es la formación que ampara a muchos de los militantes de IU que rompieron con la dirección andaluza a cuenta del pacto local, y presentará a José Pedro Butrón como candidato. Su coordinador general, Miguel Ángel Pacheco, es de los pocos que reconoce un sesgo ideológico en el programa de partido («somos progresistas»), pero se apresura a subrayar que esperan «lograr el apoyo de todos los que quieren una Chiclana mejor, aunque vengan de otras posiciones». Los colores, según se ve, no pueden ser un escollo.

En Puerto Real, el abogado Ricardo Jiménez será el cabeza de lista de Ciudadanos por el Río, formación que pretende «priorizar los problemas cercanos y urgentes de la Barriada del Río San Pedro, pero haciéndonos cargo de los de toda la ciudad». Jiménez es uno de los que más claramente habla del «desgaste» de los partidos tradicionales, «cuyas decisiones están condicionadas por directrices externas». La propuesta del Partido Para la Reconstrucción de Puerto Real de Francisco Javier Rodríguez Piriano es todavía una incógnita.

Dentro de muy poco se presentará Ciudadanos por San Fernando, cuya referencia, por ahora, es Javier Cano, procedente del movimiento asociativo del casco antiguo y destacado militante antitranvía. La respuesta a por qué han dado el paso para constituirse en alternativa política es muy directa: «Porque no hay ahora mismo ningún partido que quiera ni pueda acabar con el desastre en que está inmersa la ciudad».

En Arcos de la Frontera, el empresario Antonio Ortiz apuesta, también, «por la regeneración total del sistema desde cada población». Las siglas elegidas VENT responden al «mensaje de unidad que conviene lanzar en estos momentos de desesperación», algo que comparte Juan Mariscal, de Independientes Unidos Pradenses: «Ya está bien de división y enfrentamiento. Ahora lo que toca es arrimar el hombro». En la campiña, Unión Rural de Jerez y Barqueños Unidos medirán por primera vez la aceptación de su programa, al igual que Todos por Sanlúcar en la Costa.

Al puzzle, de aquí a mayo, habrá que sumarle muchas más piezas.