Jerez

Cuatro años sin descanso en pro de «la salud de los jerezanos»

La federación de vecinos no ha cejado en su empeño y ha hecho de la batalla contra las antenas un sello personal

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las movilizaciones de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad contra la instalación de las antenas de telefonía comenzaron en el año 2007, cuando los perjudicados empezaron a rebelarse ante la proliferación de este cableado y sus presuntos perjuicios para la salud. Desde entonces, las protestas se han sucedido pero la instalación de las antenas tampoco ha cesado y en la actualidad se cuentan por cientos en la ciudad.

Hay casos especialmente destacables como el de la zona este, que concentra un importante número de estas infraestructuras y que cuenta con barriadas en permanente pie de guerra, como Pago San José o Zafer. Los vecinos se agarran en sus reivindicaciones a que no se ha demostrado que las antenas sean inofensivas, y esa es ya de por sí una razón suficiente para ponerlas en entredicho.

En octubre del pasado año, la federación presentó una reclamación ante el Consistorio relacionada con este tema, junto a la que aportó una documentación relativa al Real Decreto 1066/2001, que especifica que la ubicación y el funcionamiento de las estaciones radioeléctricas deben minimizar los niveles de exposición al público. Además, el decreto puntualiza que los emplazamientos donde se coloquen estarán condicionados por una posible concentración de emisiones y recomienda una especial cautela con los niveles de emisión en espacios sensibles como colegios, centros de salud o parques públicos.

Junto al escrito de Solidaridad, 45 vecinos a título particular presentaron sus propias alegaciones, considerándose directamente afectados por la cercanía de alguna antena. Después de que el pleno municipal, de la mano de la mayoría absoluta del PSOE, rechazara en dos ocasiones la moratoria solicitada para la instalación de otros 166 cableados, todo parecía indicar que las protestas vecinales quedarían en saco roto.

Ahora, este giro inesperado de los hechos ha supuesto un soplo de aire fresco en medio de una tormenta que ha amainado en alguna medida, aunque los implicados se muestran cautelosos y prefieren esperar próximos acontecimientos.