Jerez

Estallido de color e ilusión

Una espectacular cabalgata de Reyes llenó las calles del centro con miles de jerezanosLos bailes exóticos y los camellos fueron la mayor atracción para todos los que se dieron cita en algún punto de recorrido

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al menos durante unas pocas horas, Jerez se olvidó de los problemas. Dejó a un lado los conflictos laborales, las protestas, la crisis económica del Ayuntamiento, los impagos, el paro... y se centró en el mayor espectáculo de la ilusión de todo el año, el que ofrece la Cabalgata de Reyes inundando la ciudad de un colorido y una explosión de júbilo más allá de imaginable.

El cortejo salió puntual, a las 17.30 horas, tal como estaba previsto, de la portada de la Feria. El tiempo, finalmente, acompañó. Los previiones metereológicas fallaron en esta ocasión y laq lluvia decidió no hacer acto de presencia. Incluso el frío optó por no incomodar demasiado la presencia de miles de jerezanos en las calles del centro de la ciudad.

El ambiente en los alrededores del González Hontoria era ya más que considerable. Apenas cabía un alfiles en la avenida Alcalde Álvaro Domecq, como tampoco en el resto del recorrido por el centro de Jerez: calle Sevilla, Mamelón, calle Guadalete, Ponce, Porvera, Cristina y Rotonda de los Casinos, Larga, Esteve, Corredera, Angustias , Santísima Trinidad, Medina, Honda... hasta acabar con el tradicional acto de Adoración en el belén monumental de Santo Domingo.

La cabalgata contó con 19 carrozas, más de la mitad completamente nuevas, así como con nueva animación que hizo las delicias de pequeños y mayores. Tampoco faltaron los tradicionales y alrededor de 800 figurantes. Había, en total, ocho agrupaciones musicales, tres pasacalles, un grupo de Tuaregs a caballo y tres camellos, al que acompañan un grupo de diez burritos. Y se lanzaron cerca de 24.000 kilos de caramelos, la mayoría de éstos sin gluten.

Uno de los tramos más espectaculares de la cabalgata volvió a ser el de la calle Larga. En la misma se congregaron miles de jerezanos desde ya bastante antes de que llegase la comitiva. Y fue allí donde se vivieron también un buen puñado de escenas entrañables. Como ver a Carlos arropar a su hijo Juan Luis de seis meses para protegerlo de la lluvia de caramelos que caía desde varios rincones, mientras que los ojos del pequeño no paraban de mirar hacia todas partes. «Es un niño muy curioso», asegura su padre orgulloso de poder ver la cabalgata con su hijo por primera vez.

Son muchas las familias enteras que acuden a este evento anual. Un ejemplo de ello es la famlia Romero Ruiz, que ha venido desde Puerto Real solo para poder ver la cabalgata jerezana de este año. «Yo lo que quiero son los peluches», dice la más pequeña, María de 8 años. Pero a su hermana lo que más le gusta son los caramelos.

Isabel, una niña de 9 años, que iba a compañada de su madre y de su hermano pequeño de 2 años, traía de casa un cubo de nieve artificial para tirarselo a los Reyes. Aunque «después lo utilizaré el cubo para coger caramelos», aseguraba.

«Aquí, aquí guapetón» se escuchaba entre el público para que los figurantes de las carrozas se animaran a lanzar más caramelos al público que esperaba algo nervioso. «Pero por qué no tiran», decían por otro lado cuando cesaban de tirar por un instante.

Y de repente, por sorpresa, los rostros de los pequeños se iluminaron con uno de los petardos que encendieron los figurantes vestidos de chinos para dar paso al gran dragón rojo de la cabalgata, que al son de la música echaba humo por la boca. Los bailes también tuvieron cabida. Danzas algunas más exóticas y otras algo más africanas, pero todas con un ritmo muy pegadizo, tanto que algún que otro incluso se animó a salir a bailar con el pasacalle. Una cita llena de magia que no dejó a nadie indiferente.