Encarna Fernández y su hija más joven sólo tienen unos pocos papeles de su nueva vivienda. :: J. C. C.
Jerez

«Si supiera cuál es mi casa, me metía ya»

Los vecinos de Los Olivos y Martinete están desesperados por los retrasos en la entrega de las viviendasEncarna Fernández y su familia llevan dos meses sin poder pagar el alquiler y temen tener que abandonar el piso en el que viven sin disponer aún del nuevo

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Llevan un año esperando que les entreguen sus Viviendas de Protección Oficial. A estas alturas, la desesperación se ha hecho hueco en estas familias que un día vieron el inicio de una nueva vida en Los Olivos y Martinete pero ese momento no acaba de llegar. A pesar de que esta semana se iban a reanudar las obras, ni un sólo operario ha pisado la calle que queda por urbanizar. La constructora Construya tiene parados los trabajos porque Emuvijesa no les ha abonado ni siquiera el 20% del coste de la obra.

Para Encarna Fernández, su marido y sus cuatro hijos, cada día que pasa es una carga más a sus espaldas: «Todavía no nos han dicho cuál es la casa de cada uno. Si lo supiera, daría la patada y me metería en mi piso», asegura. Esta familia jerezana es adjudicataria de una vivienda de tres dormitorios en la promoción Martinete, en régimen de alquiler con opción a compra, que les tocó en junio de 2008. Actualmente viven también de alquiler pero hace dos meses que no pueden pagar la renta y la cuerda se está tensando ya demasiado.

«Dice el dueño que el mes que viene me tengo que ir pero ¿adónde?», asegura Encarna. Su marido se queda en el paro a principios de año y ninguno de sus cuatro hijos tiene trabajo. Para colmo, desde una de las habitaciones de su vivienda divisa el que será su futuro hogar, construido pero sin ser habitable todavía. «Lo miro todos los días. Cuando me llamen para entregarme la llave, creo que me va a dar algo», dice con la voz quebrada.

Hace meses que Encarna, con previsión, compró unos muebles para su nueva casa de forma que pudiera ir pagándolos poco a poco pero el retraso ha convertido la decisión en un nuevo problema: «La tienda va a cerrar y me han llamado varias veces para que retire los muebles. Si no me lo llevo, perderé el dinero y los armarios».

«No nos escucha nadie. La alcaldesa nos dijo que comeríamos los polvorones en la nueva casa. No sabemos qué vamos a hacer a partir de enero», dijo con tristeza.

La vida en suspenso

Antonio Medina y Almudena Ruiz son los propietarios de un piso en Los Olivos, residencial con el mismo problema. Para esta joven pareja, el retraso en la entrega de la vivienda ha supuesto un parón en su proyecto de vida en común. «Si tuviera el piso, ya habríamos pensado en casarnos e incluso podríamos tener fecha de boda», asegura Antonio, que lleva dos años viviendo con sus suegros ya que no disponen de su piso. «Parece que los políticos se toman las cosas a cachondeo, que se están riendo de nosotros», dice Antonio, harto de acudir a Emuvijesa y de hacer indagaciones para calcular cuándo tendrán las llaves en la mano.

La pareja también ha adquirido el mobiliario de su nueva casa e incluso tiene encargada la cocina, ya que ellos sí han podido tomar medidas. «Hemos tenido que dar un dinero a cuenta para que nos mantengan el precio de la cocina, del tiempo que hace ya que la encargamos», dijo. Entre unas cosas y otras, la pareja ya ha invertido unos 18.000 euros en su vivienda y siguen sin ver la luz. «Mi vida como pareja está parada por culpa de estos señores», sentenció.