Plataforma antiadoquín

Dice un amigo, con razón, que el pavimento de adoquines del Campo del Sur es sobretodo un problema de seguridad y salud en el trabajo. Como sufro a diario esa vía le había dado muchas vueltas al tema, pero reconozco que nunca lo había contemplado desde esa perspectiva. Pero efectivamente para taxistas, conductores de autobuses urbanos y quienes por su trabajo frecuentan esta calle, circular durante varios kilómetros soportando las vibraciones que produce el adoquín es una causa añadida de stress y cansancio al volante con el consiguiente riesgo.

A ello deben añadirse las consecuencias económicas que este pavimento tiene para el bolsillo del ciudadano. En lo que a mi me toca, varios años de circular por él consiguieron rajar el carenado de mi moto a causa de las vibraciones, al cambio unos 600 €. Cualquier taxista le dirá que esta ruta le cuesta un año de vida al vehículo y eso es mucho dinero. Si a esto le sumamos el ruido que provoca el paso de los coches por el adoquín y el peligro cierto que ese firme conlleva para la circulación en moto, la conclusión es que habría que cambiarlo ya. Entonces ¿por qué no lo hace el Ayuntamiento? Pues porque la Comisión Provincial del Patrimonio dependiente de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía considera que «su sustitución afectaría a zonas de la ciudad con un importante carácter histórico, como las murallas, baluartes y las catedrales», obligando, en consecuencia, a que los adoquines en mal estado sean sustituidos por otros nuevos.

La única solución que se ha atisbado ha sido la ejecutada en la zona de la Alameda Apodaca, en la que se han integrado en el adoquín dos bandas de rodadura de asfalto, pero no parece que sea factible, fundamentalmente porque dotar a todo el Campo del Sur, casi cuatro kilómetros, de una base de hormigón, añadirle una plancha de acero y sobre ella colocar el adoquín, le puede salir el metro cuadrado a las arcas municipales a precio de alfombra turca, y esto no hay ayuntamiento que lo costee, so pena de quitarle a Galardón el dudoso honor de presidir el municipio mas endeudado de España. En fin, aquí vendría bien una plataforma.