Opinion

En la Nochebuena

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Había gente que se cruzaban con los móviles en el oído. Se les escuchaban trozos de conversaciones que después se alejaban. Otros atravesaban el paso de peatones cargados con bolsas de regalos y se topaban con el puesto de castañas, algunos había que compraban paquetes a un euro. Desde temprano se instalan en las esquinas y honradamente haga más o menos frío se ganan su jornal. Yo a veces compro aunque no tenga ganas de castañas, pero los veo en su rincón de cada invierno, sin molestar, con su candela y su olla, mirando a la gente pasar esperando que alguien se pare. Mientras, preparan sus cucuruchos y esparcen el material: las asadas y las enteras. Y el humo sale y se esparce calentito. Al lado se encuentra el sitio de las zambombas, panderetas y otros motivos navideños que cada año se apuesta en la Alameda Cristina para quien desee acercarse. Algunos hay que compran, sobre todo padres con niños pequeños que se encariñan con algo. Mis hijos mismos, hace años, veían ese puesto cargado hasta los topes como una diversión.

Diversión y gozo era también recorrer belenes por todo Jerez, aunque lloviera. Todo les emocionaba, el ángel subido a lo alto tocando el cielo de estrellas, la virgen subida al mulo que tiraba cansado José, o aquél otro con Jesús en el pesebre, y los pastorcillos desperdigados entre caminos que se perdían al fondo de un diorama.

Entré ayer tarde en la Hermandad de la Oración en el Huerto. Es breve el recorrido pero entrañable. Sus dioramas hacen felices a un grupo de niños que se empinan para ver las barquitas que varean en el mar. Hasta la playa parece de verdad esperando al pescador para echar las redes.

Las luces de la Navidad alegran las calles y al Belén de la Alameda Cristina se acercan para fotografiarse las familias. El padre coge al bebe, la madre le dice que se eche más para allá para que salga el niño Jesús detrás: «ahí, ahí no te muevas» y salta el flash. El niño lloriquea porque lo acuestan en el cochecito. Quiere brazo. Natural todos queremos que nos arropen con un abrazo, con una mirada, un gesto o una palabra. Es Nochebuena y yo también desde LA VOZ, con El Apunte de este viernes mágico, les doy mi abrazo y mis mejores deseos. Palabras que se hacen letras en una página de periódico, que sin embargo van cargadas de sinceros y buenos sentimientos. Que sean felices.