Economia

«A muchos les fastidia manifestarse contra un Gobierno 'progresista'»

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Las manifestaciones ya no son lo que eran», se lamentaba Manolo, que con su vieja bandera tricolor en la mano se enfrentaba a la gélida mañana que heló ayer Madrid. Recordaba, con cierta pena, las numerosas marchas que tuvieron lugar en los últimos años del franquismo, durante la Transición u otras no tan lejanas como las contrarias a la invasión de Irak. «A muchos todavía les fastidia manifestarse contra un Gobierno que todavía se denomina progresista», se enojaba.

Junto a él, casi 15.000 participantes se manifestaron por las calles de la capital. Aun así, muchos otros vivían ajenos a lo que sucedía. Familias que realizaban sus compras navideñas o turistas alemanes que se hacían fotografías junto a la fuente de la diosa Cibeles. «¡Déjenme pasar, tengo prisa!», se quejaba el conductor de un Audi deportivo biplaza, mientras una decena de manifestantes le increpaba y rodeaba el coche para impedir que consiguiese su propósito. Finalmente, y tras ganarse algún banderazo, cejó en su empeño.

La marcha se dividió en dos partes. La cabecera resultó más silenciosa e institucional. El resto cantó proclamas contra las reformas del Gobierno: 'Zapatero y Mariano (Rajoy), los perros del hortelano' o 'Trabajando somos cuatro, mandando, 24'.

En el recorrido, de menos de un kilómetro, el Banco de España fue uno de los principales objetivos de las iras de los manifestantes. '¡Ahí está la cueva de Alí Babá!', cantaba un grupo de jóvenes que marchaba provisto de numerosas banderas del PCE.