El Rey saluda al presidente mexicano, Felipe Calderón, antes de iniciarse la cumbre. :: AFP
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La ausencia de Zapatero provoca inquietud en la cita argentina

Círculos extraoficiales hablan de malestar, algo que niega la ministra de Exteriores a pesar de que ningún presidente español ha faltado en diecinueve años

MAR DEL PLATA. Actualizado: Guardar
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La ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero sembró la inquietud en la XX Cumbre Iberoamericana que se inauguró hoy en la ciudad argentina de Mar del Plata. Aunque la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmara que no hay «ninguna queja» por el plantón, en comentarios extraoficiales era palpable el malestar por la decisión del jefe del Ejecutivo de quedarse en Madrid. El sistema de estas citas iberoamericanas ha perdido por distintos motivos buena parte del fuelle que caracterizó su arranque, allá por 1991 en la ciudad mexicana de Guadalajara gracias al impulso de España y México. La ausencia de Zapatero no es un revés más para este proyecto de integración política a ambos lados del Atlántico, puede ser un golpe del que sea difícil recuperarse porque España es uno de los principales protagonistas políticos y económicos de este foro que reúne a veintidós países, diecinueve de América Latina y tres de Europa.

En los años de bonanza económica, el Gobierno español era el primer financiador de proyectos de desarrollo, y por su peso en la escena internacional era un agente político de primer orden. Fuentes diplomáticas en comentarios privados señalaron que la ausencia de Zapatero corrobora el escaso interés que ha demostrado España en los últimos años por América Latina. Los viajes del presidente socialista a la región, cumbres aparte, se cuentan con los dedos de la mano en sus seis años y medio de mandato.

Una postura que no se compadece con el esfuerzo inversor y de presencia de las empresas españolas en esa región, donde concentran buena parte de sus negocios. De hecho, un elevado número de los empresarios que se reunieron el sábado pasado en el palacio de La Moncloa con el presidente del Gobierno tienen fuertes intereses en América Latina. Un dato: la tercera parte del PIB español tiene su origen al otro lado del Atlántico, donde es el primer inversor europeo y el segundo del mundo tras Estados Unidos.

Para la ministra de Exteriores los temores que pueda sembrar la ausencia de Zapatero, la primera de un presidente del Gobierno español en diecinueve años, son infundados porque se sigue apostando por las cumbres iberoamericanas. La jefa de la diplomacia aseguró que la presencia de Zapatero en Madrid era «inexcusable» y se mostró convencida que «así lo van a entender» el resto de países que acuden a la cita en esta ciudad turística argentina. La ministra indicó que el presidente se encuentra en contacto con el resto de líderes europeos para acordar respuestas a los ataques al euro y preparar la reunión de los titulares de Economía de la UE del día 16.

Intentos de la anfitriona

Zapatero conversó el jueves con su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para explicar los motivos que tenía para no estar presente en Mar del Plata. Según fuentes de la delegación española, la anfitriona mostró su comprensión aunque intentó convencer al presidente de que viajara después de la reunión del Consejo de Ministros para acudir a la cena de inauguración. Su capacidad de persuasión no fue suficiente.

Si bien Jiménez aseguró no haber recibido muestras de malestar por la ausencia, en los círculos diplomáticos de la cumbre era la 'comidilla' del día. La ministra intentó zanjar esta polémica con el argumento de que España tiene una presencia de «máximo nivel» en la cumbre con el Rey.