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¡Ay los patriotas!

Iglesias no está pidiendo silencio a la oposición, lo que pide es que deje de oponerse, o sea de trabajar

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Cuando escucho a alguien hablar de la patria o cuando pide a los demás un compromiso patriota entonces tiendo a hurgarme los bolsillos de la chaqueta a ver si me falta algo. El franquismo, que tanto y tan mal abusó de un término que deberíamos usar sin complejos y siempre que nos apeteciera, terminó por ensuciar una palabra que de forma envidiable utilizan los extranjeros con desparpajo. Bueno, también lo hacen los nacionalistas en España, pero ese patriotismo o patrioterismo romo y limitado siempre me pareció sospechoso. Sí, hombre, sí, también el rancio patriotismo español me lo parece. Borges dice que «nadie es patria, todos los somos», y ahí me quedo.

El número tres del PSOE, Marcelino Iglesias -un hombre serio, disciplinado y educado, pero que tiene un lío con la fecha del día en que España se fue del Sahara- ha apelado a eso, al patriotismo del PP para que no haga ruido estos días en que la economía española se parece a la irlandesa, si uno mira a la bolsa; a Portugal, si repara en su Gobierno, y a Grecia si cae en la cuenta de la paciencia que gastan los griegos soportando gabinetes mentirosos. Iglesias pide a Rajoy que evite hacer declaraciones que hagan daño a España. La petición lejos de ser normal resulta poco patriota, porque patriota es el que hace lo que debe, dice lo que piensa y no engaña. El líder del PP tiene muchos defectos, su aislamiento y distancia con los problemas es uno de ellos -todo es lío para Rajoy-, pero eso de ser poco patriota no se sostiene. Iglesias no está pidiendo silencio a la oposición, lo que pide es que deje de oponerse, o sea de trabajar.

Patriotismo es decir la verdad sobre la crisis; cumplir la palabra de que alcanzaríamos el pleno empleo; hacer las reformas a tiempo; tomar decisiones sin pensar en los votos. Patriotismo es acabar la faena, anunciar que no volverá a presentarse y terminar el trabajo pendiente por muy duro que sea; patriotismo puede ser adelantar las elecciones, o dimitir, o señalar un sucesor. Patriotismo es gobernar un país camino de los cinco millones de parados y que el presidente diga que sabe lo que tiene que hacer. Patriotismo no es que te coloquen en la 'Champions League' cuando estábamos bajando a segunda. Pedir al PP silencio es en democracia una barbaridad. Doy por hecho que nadie que sea un patriota puede alegrarse de que vayan mal las cosas. Diría lo mismo de Zapatero si éste estuviera en la oposición. El que se calla, el que mira para otra parte, el que conoce y no denuncia, el que sabe buscar y no encuentra, el que oye pero no escucha, el que mira pero no ve, puede ser un hombre de la calle, y allá él. Pero no un político en la oposición. El que está ahí no tiene otra labor que perder la voz hasta decir basta. Y nosotros, también.