Una profesora, agredida por intentar obligar a una niña a comer verdura en el colegio

La Policía Nacional acudió este pasado martes a la llamada del colegio Andrés de Ribera porque los profesores no querían entrar en clase hasta que los agentes garantizaran la seguridad de todos. Como ya publicó LA VOZ, el temor procedía de la jornada anterior por un altercado que se vivió entre una docente del centro y la familia de una alumna.

Aunque en principio se descartó que el asunto hubiera llegado a las manos y se le restó importancia desde diferentes administraciones, según ha podido saber este periódico ya hay una denuncia por los «puñetazos en los brazos y patadas en las espinillas» sufridos por la docente debido al enfrentamiento.

Al parecer, una alumna no quería comer un plato de berenjenas y, como se suele hacer en estas situaciones, el responsable del comedor de ese día la mantuvo en su sitio un rato más de lo normal para que diera cuenta del plato. La familia, que se encontraba fuera del recinto escolar en ese momento, supo la situación a través de un compañero de clase de la menor que había salido ya del centro y los padres de la alumna, acompañados por otra persona más, no dudaron en acceder al colegio para pedirle explicaciones a la maestra. Como está descrito anteriormente, parece ser que la discusión pasó de las palabras a las manos. El suceso, además, se produjo en presencia de otros alumnos que se encontraban a esa hora en el comedor escolar.

Desde la Delegación Provincial de Educación aseguraron no tener constancia alguna de la agresión física sufrida por la profesora pero sí de un «incidente en el desarrollo de la convivencia de este centro escolar». Como suele ser habitual en estos casos, la dirección del colegio comunicó lo ocurrido a la administración educativa para que se pusiera en marcha el protocolo de actuación oportuno. Hay que recordar que la Junta de Andalucía presta asesoramiento a los trabajadores que puedan sufrir episodios como éste.