SAN FERNANDO

Unos Presupuestos para sólo quince días

La propuesta andalucista de siete millones de euros para inversiones sin determinar se aprueba tras un debate «lamentable»

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La sonrisa del que se sabe ganador. Es un gesto difícil de ocultar, pero ayer el alcalde, Manuel María de Bernardo, consiguió retener la expresión hasta el final de la sesión plenaria. Un debate que a su término fue calificado de «pantomima», tachado de «espectáculo lamentable» o incluso de una «penosa escenificación». Para el regidor fue el 'jaque mate' de una partida de ajedrez que tenía muy bien estudiada, con jugadas que sus enemigos políticos ni se vieron venir, convencidos de que el texto económico no saldría adelante. En el último minuto, ante la confusión de los portavoces, con la mayoría de concejales levantados de sus sillas, así se aprobó el Presupuesto para el año 2010. Habrá inversiones por un valor superior a los siete millones de euros, aunque cada actuación que se pretenda realizar con ese dinero, tendrá que consensuarse en una comisión política y votada de nuevo en pleno. Lo que desde un principio pretendía aprobar el regidor. Eso sí según la tramitación, el texto no podrá entrar en vigor hasta mediados de diciembre. Tanta discusión y resulta que el documento va a tener una vida de quince días. La historia es otra.

A mediados de septiembre el Partido Andalucista realizaba la oferta de un presupuesto consensuado, aunque realmente la única concesión que otorgaba era la de dejar en blanco las actuaciones a desarrollar con los siete millones y medio de inversión. El resto de partidos no tardaron en descalificar las cuentas realizadas por el equipo de Gobierno y las tacharon de estar infladas (al no ajustarse a la realidad de ingresos y gastos del Consistorio). Tanto el PSOE como el PP elaboraron su propio presupuesto y apostaban por el consenso, ya que el documento era necesario para no hipotecar la gestión municipal, al no poder endeudarse y ante la posibilidad de que se paralizaran las inversiones durante dos años.

El PA no se fió de las intenciones de la oposición y por el temor de que el debate se alargara y no sirviera para nada, los andalucistas comenzaron a mover sus peones. Anunciaron que si no hay acuerdo llevaran su presupuesto, que recoge todas las actuaciones solicitadas por los vecinos, una inversión con nombres y apellidos. Ante el recelo de que ahora el alcalde visite las barriadas enseñando el documento que «otros» no quieren aprobar, el resto de formaciones también movieron ficha y presentaron nuevas propuestas. Hasta el punto de que el socialista Fernando López Gil envió al alcalde un mensaje (que pretendía enseñar ayer) comprometiéndose a no votar en contra si se volvía a la propuesta inicial. El regidor quiere un compromiso público y esto no ocurre hasta días antes de la sesión. El PP y el PSOE acudieron a una reunión con la Federación de Vecinos para explicar sus presupuestos y los andalucistas decidieron no ir porque consideraron que les iban a hacer una encerrona, similar a la que se desarrolló en el pleno.

Gato por liebre

Tras aguantar sin hacer manifestaciones el alcalde defendió el presupuesto andalucista, que era el que finalmente se votaba, y el resto de formaciones se dedicaron a exponer la «tozudez» del primer edil por no querer aprobar ni siquiera su primera propuesta. Socialistas y populares ya señalaban a De Bernardo como el responsable de que el documento no saliera adelante afirmando que ellos estaban dispuestos a dar el visto bueno a la anterior propuesta, dejando sin determinar las actuaciones. Entonces, el alcalde se desmarcó atendiendo tal petición. Tanto el portavoz popular, Daniel Nieto, como López Gil comenzaron a tener dudas. Piden explicaciones sin saber lo que finalmente se aprobaba. Tuvieron incluso que acercarse a la mesa presidencial para aclararlo todo.

Al final el PP se abstuvo, al igual que el PSOE, mientras que el PA votaba favorablemente para aprobar el Presupuesto. Al término, los últimos se abrazaban y el resto de grupos se iban con la sensación de que le habían dado gato por liebre. La concesión del alcantarillado si fue tumbada, por lo que el servicio sigue con una situación de precariedad.