En las entrañas de la Rana Verde

Las obras de la urbanización la Rana Verde afrontan la que será su última pero más complicada fase de ejecución. Los nuevos sistemas generales o «tubos gordos», como le gusta decir al alcalde, José María Román, supondrán una mejora en la red de agua potable y alcantarillado para los 20.000 residentes del entorno.

De hecho, este enclave será la primera zona del extrarradio salpicada de viviendas irregulares, que contará con servicios básicos y en la que los propietarios podrán iniciar su regularización. Pero el proceso de obras está siendo costoso y nada sencillo. El acometido en algunas calles, como fue el caso del Camino de la Cerradura, contaron incluso, en sus inicios, con la oposición de algunos vecinos, en un movimiento más político que otra cosa.

Finalmente, las aguas volvieron a su cauce, y la unión temporal de empresas adjudicataria de los trabajos, Gea21-Corsan Corviam, pudo proseguir con el normal desarrollo de las obras. El proyecto global contempla una inversión de más de 15 millones de euros y tendrá como resultado la implantación de más de 16 kilómetros lineales de tuberías y cajones de 4x2 metros que canalizarán, a modo de «un río subterráneo», la aguas fecales y pluviales hasta su desembocadura en la salina de Carboneros.

Con estas nuevas infraestructuras se evitará la posibilidad de que se produzcan inundaciones en la zona, como las registradas el pasado invierno que acabaron anegando numerosas viviendas y parcelas del entorno de Los Gallos y Pinaleta del Pleito.

A partir de hoy martes los trabajos, para acondicionar la nueva red de saneamiento, supondrán el corte total del tráfico rodado en la rotonda de Los Gallos. Ésta es uno de los puntos estratégicos de la circulación rodada del municipio, ya que conecta geográficamente el casco urbano y la zona costera, por lo que los diez días que permanecerá sin uso por parte de los vehículos ocasionarán, indudablemente, numerosos quebraderos de cabeza para los conductores.

La Policía Local ha elaborado, para minimizar el impacto sobre la circulación, un Plan de Tráfico especial. En el documento, que cuenta incluso con un gráfico distribuido en la zona y a los medios de comunicación, contempla que la circulación de vehículos hacia La Barrosa discurra a través de la carretera de El Molino Viejo.

El tráfico que desde la playa transita por la carretera de La Barrosa será desviado a través de la calle Águila Real, que se establecerá en dos direcciones. De igual manera, la entrada al centro comercial de la calle Albatros se llevará a cabo por la rotonda de la Rana Verde. Asimismo, la entrada a la zona comercial de Los Gallos podrá hacerse a través de la propia calle Águila Real.

Desde Tráfico se recomienda a los conductores la utilización de la Carretera de Carabineros para la llegar o salir de la zona hotelera de La Barrosa y Novo Sancti Petri, y se pide paciencia a los residentes.

El alcalde ha visitado en los últimos meses en varias ocasiones unos trabajos que cambiarán la fisonomía de esta poblada urbanización. Ahora solo falta que los vecinos se enganchen a la red general.