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Los explosivos de Londres y Dubai podían derribar aviones

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Apenas veinticuatro horas después de que dos paquetes con explosivos enviados desde Yemen a sinagogas en Chicago fueran interceptados en Londres y Dubai, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, señaló ayer que la trama «tiene todo el sello de Al-Qaida». Además, han explicado que tenían fuerza suficiente como para hacer caer un avión en vuelo.

Expertos estadounidenses y de Dubai, que han trabajado contrarreloj para determinar la peligrosidad del artefacto, concluyeron que el explosivo fue ensamblado de una «manera profesional». La bomba, oculta en el interior del cartucho de tinta de una impresora, contenía trinitrato de pentaeritritol (PENT), la misma sustancia empleada en el atentado frustrado contra el vuelo 253 con destino Detroit la pasada Navidad. Su mecanismo de activación, simple pero muy eficaz, consistía en un circuito cerrado conectado a una tarjeta SIM.

Pese a que esta vez la amenaza terrorista no iba dirigida a aviones de pasajeros, EE UU ha vuelto a activar todas las alertas mientras Barack Obama hacía un alto en la campaña electoral para explicar al país el alcance de la amenaza. Después de reunirse con sus principales consejeros de seguridad describió el suceso como «una amenaza terrorista creíble». Luego transmitió calma tras haber sido adoptadas todas las medidas necesarias para proteger la vida de sus compatriotas.

«Fortaleceremos la cooperación con Yemen para extirpar a Al-Qaida de la península arábiga y destruir a sus afiliados, así como lograr un Yemen más próspero», declaró el mandatario. Las últimas acontecimientos ponen de relieve «la necesidad de permanecer vigilantes», explicó Obama, quien aseguró que EE UU se mantendrá en estrecha coordinación con los aliados para «garantizar nuestra seguridad».

El inquilino de la Casa Blanca también habló ayer con el primer ministro británico, David Cameron, sobre lo sucedido y destacó que la «estrecha cooperación» entre ambos países y otros socios internacionales permitió abortar la operación.