Cuesta es sincera a la hora de hablar de su relación con Tita. :: V. G,
Sociedad

«No me queda lengua de tanto mordérmela»

Blanca Cuesta Mujer de Borja Thyssen«Soy muy mala contando chistes de suegras», afirma la nuera 'maldita' de Tita Cervera

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He aquí a la mujer que según ha pregonado la baronesa Thyssen les cambió la vida a ella y a su hijo. Rubia, delgada, de ascendencia germana y belleza boticelliana, Blanca Cuesta (Barcelona, 1973) es casi más famosa como la detestada nuera de Tita Cervera que como la adorada esposa de Borja Thyssen. «No quiero entrar en esa guerra», repite mientras esgrime un par de zapatitos Pablosky, la marca de calzado infantil que ahora promociona. Quizá porque hasta que llegue la herencia... Hay que hacer caja.

- ¿Cómo está su corazón?

- Bien, bien. Encantada con Borja.

- Me refería a su ritmo cardiaco. ¿No tenía un soplo?

- Ah, eso. No fue el corazón. Tuve síntomas que parecían derivarse de una lesión cardiaca, pero al final fue una cosa muy muscular, de espalda. Y con fisioterapia se me fue todo.

- ¿Sería por los disgustos?

- Sí, me dijeron que podía ser el resultado de haber vivido situaciones muy tensas y no haberlo sacado.

- Y no mira a nadie...

- No, no, je, je...

- ¿Conocen sus hijos a sus famosas tías, las mellizas Sabina y Carmen, hijas de la baronesa Thyssen?

- Uf, eh, mmm... No sé qué decirle. Borja, ¿quieres contestar a esto? ¿Conocen nuestros niños a sus tías? (Pausa) Sacha sí las conoce. Eric, de dos meses, todavía es muy pequeño.

- Ha vendido la exclusiva de su embarazo. Todo tiene un precio en esta vida, pero ¿hay algo que para usted no esté en venta? Y no vale pedir el 'c0modín' de Borja.

- Claro que hay algo que para mí no tiene precio ni está en venta: el amor.

- Para unos es la mala de la película: interesada, ambiciosa, manipuladora. Para otros, una santa: un ejemplo de perdón, concordia, discreción. ¿A quién se parece más?

- Desde luego, a la primera no me parezco nada. Y lo de santa seguramente tampoco me encaja. Soy, pienso, una persona sencilla, natural, amante de su familia... Y poco más.

- ¿Es rencorosa?

- El rencor no te lleva a nada bueno.

- ¿Y no ha sentido la necesidad de explicarse?

- Muchísimas veces. Solo que... No lo he hecho.

- Se ha mordido la lengua.

- ¡Buf! Creo que ya no tengo lengua de tanto mordérmela.

- ¿Se sabe chistes de suegras?

- Ninguno. Soy muy mala para los chistes. Incluidos los de suegras, je, je, je...

- La palabra suegra tiene muchas connotaciones negativas.

- Lo sé. Y en mi caso, imagínese... Pero creo que le da más importancia la prensa que yo.

- ¿Qué ha heredado de la cultura alemana?

- Seguramente, el saber estar, la educación. Y, sobre todo, la rectitud y el valor de la familia. Si yo no hubiera respetado tanto la familia, habría entrado más al trapo.

- ¿Cuál es la frase que más le repite su madre?

- Calma, calma, calma...

- ¿Está de acuerdo con que una es dueña de sus silencios y esclava de sus palabras?

- Totalmente. Pero callar demasiado tampoco es bueno.

- ¿Y no está callando demasiado?

- Puede. Pero por lo menos a nivel personal, con mi pareja, me ha ido muy bien. Además, cuando empiezas a hablar no sabes cuál es el límite.

- ¿Las mata callando Blanca Cuesta?

- Para nada. Soy una persona muy sincera, muy limpia. Lo que se ve es lo que soy. No tengo nada que esconder.

- ¿Tendrá la última palabra en la guerra con su suegra?

- No he tenido la primera ni creo que tenga la última.

- ¿Se siente prejuzgada hasta cuando va a la frutería?

- Sin duda. Pero como soy muy transparente, la gente me conoce enseguida. Y yo siempre les digo que el tiempo pone a todos en su sitio.

- Creo que le importa mucho la condición física de Borja.

- Quiero que esté lo más estupendo posible. Ahora se ha adelgazado 15 kilos y me parece fenomenal. Es que antes estaba con sus pesitas y... Pero él solito se ha reconducido.