Rafael Velasco y González Cabaña, a la entrada de la sede local socialista en Cádiz. :: MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

Cádiz y Sevilla, un poco más lejos

La comisión de listas aprueba hoy que Pilar Sánchez y Rafael España sean candidatos en Jerez y Algeciras, únicos focos de polémica en Andalucía Las candidaturas agrandan la grieta entre la dirección regional y la provincial

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Si se mira desde Cádiz, la comisión regional de listas que se celebrará hoy, prólogo de la ejecutiva andaluza del PSOE, supone la confirmación de que las grietas siguen abiertas entre la dirección autonómica y la provincial.

La brecha abierta en marzo, con la fugaz inclusión de González Cabaña en la nueva dirección regional y su renuncia a la mañana siguiente siempre se entendió como una factura entre los aires de renovación y meritocracia del Griñanismo frente a la petición de respeto por las trayectorias, o inmovilismo, del Pizarrismo bien entendido.

El presidente de la Diputación y secretario general en la provincia se vio forzado a convocar una asamblea para explicar aquel episodio. Hizo grandes esfuerzos por demostrar en público que había sido un episodio aislado, sin consecuencias.

Pero a la primera que se han tensado las cuerdas, las costuras han vuelto a saltar, y por el mismo sitio. Son 29 las ciudades andaluzas con más de 50.000 habitantes en las que el PSOE debe formalizar el nombre del candidato.

En 27 localidades no se han producido mayores problemas. Apoyos unánimes, o abrumadores en la totalidad de los casos, y ausencia de nombres como alternativas. Sólo se han registrado dificultades, polémicas y tensiones en dos.

Ambas, Jerez y Algeciras, resulta que están en la provincia que quedó marcada como díscola durante el cambio de ritmo que decidió el Congreso Regional del pasado marzo.

En Jerez, aunque hubo casi un 70% de apoyo a la candidatura de Pilar Sánchez en la asamblea local del 18 de septiembre. Aún así, la presencia de la actual alcaldesa jerezana en el número uno de la lista ha sido cuestionada de forma permanente por dirección provincial. El pasado lunes, incluso, evitó darle su respaldo y, en cambio, dejó la patata caliente a la ejecutiva regional previo envío de un informe «demoledor» contra la gestión de Sánchez. Mientras eso sucedía, los tres primeros responsables del PSOE andaluz (Griñán, Rafael Velasco y Susana Díaz) repetían una vez cada 48 horas que «los alcaldes y alcaldesas los pone o quita el pueblo», en claro apoyo a la jerezana.

Incluso al día siguiente de que la cúpula socialista gaditana pusiera en evidencia su silencioso pero sonoro rechazo a Pilar Sánchez, Velasco aseguró que «la ejecutiva regional no tenía ninguna duda» sobre la candidatura de la jerezana y adelantó que sí se pronunciaría a su favor en la jornada de hoy.

En Algeciras, tras el desacuerdo sobre el aspirante que obligó a retrasar ocho días la asamblea local, el cambio de sillones entre Rafael España y Tomás Herrera tampoco ha dado mejor imagen. El primero fue designado el domingo por la noche como candidato a la Alcaldía por el PSOE. El segundo, actual regidor, dimitió a la mañana siguiente.

Los socialistas, eso sí, le han dado al ya ex alcalde el mismo puesto que ocupaba España, el de subdelegado del Gobierno autonómico en el Campo de Gibraltar. En este caso, no se cumple la norma promulgada por Griñán. Al alcalde no lo ha quitado el pueblo en unas elecciones, lo ha descabalgado el partido. González Cabaña, en una primera puya que dejaba en evidencia la fractura, no duda en afirmar que eso de «los alcaldes los quita el pueblo» es «una muletilla, porque la historia está llena de excepciones».

Por si las diferencias fueran poco evidentes, el presidente de la Diputación y líder socialista provincial ha confesado sentirse «dolido» por las injerencias del regional. Es decir, lamenta que se haya defendido como candidatos a Pilar Sánchez y Tomás Herrera, desde Sevilla, antes de que se pronunciara el comité provincial.

El proceso de designación de los socialistas andaluces, que supera hoy otra etapa ha dejado en evidencia que la distancia entre ambas partes, la dirección regional y la provincial, es igual o mayor que hace medio año. Rafael Velasco, incluso, ha visto esta semana como le preguntaban si la dirección provincial de Cádiz le está echando un pulso a Sevilla: «Ni lo creo, ni se dan las condiciones».