Contra el Banco de España. Los sindicatos CC OO y UGT realizaron ayer una concentración a las puertas del Banco de España. Ataviados con trajes y máscaras blancas, varios afiliados protestaron contra los poderes económicos y, especialmente, contra el gobernador del instituto emisor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al que tildaron de «ladrón» o «mafioso». :: EFE
Economia

La crisis encogerá el gasto de los ministerios hasta los niveles de hace un lustro

El Gobierno quiere remitir al Congreso antes de finales de este año el proyecto de ley de reforma de las pensiones

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los ministerios tendrán que apretarse el cinturón varios agujeros en 2011. La crisis económica encogerá el año próximo el presupuesto de gasto de los departamentos del Gobierno hasta niveles similares a los de hace un lustro, según explicó ayer la vicepresidenta económica. Elena Salgado avanzó que las cuentas que presentará al Parlamento en septiembre contemplarán un recorte del 15% o el 16% en los recursos que tendrán a su disposición los ministerios. «En términos del conjunto de los ministerios, el importe total es algo superior al del año 2006», resaltó.

La vicepresidenta hizo estas precisiones después de asistir en La Moncloa junto al resto de ministros del área económica a la reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, que debatió los grandes retos que deberá afrontar el Ejecutivo en otoño: presentación de la Ley de Presupuestos para 2011, la aplicación de la reforma laboral, la huelga general convocada para el día 29 de septiembre y las anunciadas reformas fiscal y de pensiones. En esta ocasión, por tratarse del encuentro previo al inicio del curso político, José Luis Rodríguez Zapatero presidió la mesa.

Austeridad, reformas estructurales que aumenten la productividad y la competitividad y cohesión social. Esos son, explicó Salgado al término de la reunión, los ejes de su política económica para el año próximo. Sobre el primero de esos conceptos, la vicepresidenta indicó que el Ejecutivo está en pleno proceso de elaboración de un presupuesto que será un 7,7% inferior al de 2010.

La diferencia entre ese recorte en el conjunto de los recursos del Estado y las economías que deberán de hacer los distintos ministerios hay que buscarla en el aumento de las contribuciones de España a la Unión Europea, el pago de las clases pasivas y el pago de los intereses de la deuda soberana, que el Gobierno calcula que alcanzará a finales de año el nivel del 64% del PIB. La responsable de Economía eludió detallar cuánto crecerán esos intereses que deberá satisfacer el Estado por las obligaciones contraídas. Crecerá también, respecto de 2006, el gasto que irá destinado a pagar las prestaciones a los parados. Para ahondar en el cambio de modelo productivo, el tijeretazo al gasto en I+D+I será menor que el que sufrirán los ministerios.

En cuanto a las reformas estructurales, los ministros del área económica repasaron el resultado de la estrategia de economía sostenible, el proyecto de ley de reforma laboral y los sucesivos decretos-ley que establecen recortes sociales, de salarios públicos e inversiones. Salgado también calificó de «prioridad» la reforma de las pensiones.

El Ejecutivo, en este momento, está a la espera del informe de la comisión del Pacto de Toledo, que desde hace unos meses analiza el documento del Gobierno. «Espero que antes de final de año podamos tener un proyecto de ley para remitir al Congreso de los Diputados», deseó en la rueda de prensa. Aclaró después que ese plazo no es determinante: si el dictamen no llega, el Ejecutivo alargará su espera.

Periodo de cómputo

Salgado recordó que el documento del Gobierno sobre pensiones ya decía que sería bueno considerar una prolongación del período de cómputo de las pensiones, como sugirió hace unos días el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Su deseo es que la futra ley tenga el «máximo consenso».

El documento del Gobierno apuesta considerar una prolongación de ese periodo de cómputo para evitar la penalización que experimentan las personas que en edad cercana a la jubilación abandonan la reforma laboral.

De cara a 2011, otra gran prioridad del Ejecutivo es reducir el déficit de las administraciones públicas hasta el 6%, como primer paso para situarlo en 2013 por debajo del 3% que establece el Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento. Una meta que Salgado considera factible a partir del techo de gasto aprobado por el Parlamento y de la estimación de ingresos realizada. Por ello, descartó cambios fiscales de gran calado, aunque admitió una vez más que habrá «algún pequeño ajuste» de los tributos existentes para cumplir la promesa del presidente del Gobierno de aumentar la carga sobre los más ricos y profundizar en la equidad del sistema. Recalcó que cualquier cambio «no afectará de manera importante a la previsión de ingresos».