Los bancos del tiempo se han desarrollado en una pluralidad de ciudades españolas como Alicante, Ermua o San Javier, donde cuentan con muy buena acogida. :: LA VOZ
Jerez

Un banco del tiempo que quiere volver

Las dificultades en la gestión y financiación provocaron un cese que, ahora, Ceain estudia para poder replantear la propuestaMientras estuvo en activo, el proyecto abogó en todo momento por la integración inmigrante

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Es posible sustituir los talonarios monetarios por unos que acumulen minutos. No es un proyecto irrealizable, ni tampoco utópico, sino una iniciativa de éxito que lleva por nombre el Banco del Tiempo. Se trata de una propuesta ampliamente asentada en varias ciudades españolas, y que en el año 2008 encontró su lugar en Jerez cuando Ceain, el Centro de Acogida de Inmigrantes, apostó por ella. No obstante, y después de una trayectoria de logros conseguidos, cesó su actividad en el 2009 hasta que pudiesen optar a un cauce de financiación que hiciese factibles los intercambios gratuitos. En la actualidad, estudian en profundidad los caminos que podrían posibilitar el tan esperado regreso.

Para entender la paradoja que impide a una iniciativa como ésta, basada en la gratuidad, continuar por motivos económicos, hay que remontarse a la esencia de este proyecto. En un banco del tiempo cada integrante pone sus habilidades al servicio del conjunto, de manera que recibirá el mismo número de minutos que invierta en ayudar al resto. Por ejemplo, si una persona invierte diez horas mensuales en impartir clases de informática, podrá recibir el mismo tiempo de otra actividad que se oferte, como ayudas en las tareas domésticas.

«Cuando empezamos encontramos un problema sorprendente: la gente ofrecía mucho y demandaba poco», cuenta Begoña Olabarrieta, responsable de comunicación de Ceain. Este contra tenía su sentido en el contexto de la iniciativa jerezana, que se elaboró cuidadosamente con unos objetivos propios. Su organización se subordinó a unas claras pretensiones sociales, en especial a favorecer una relación simbiótica entre inmigrantes y jerezanos, y que en ningún momento abandonara la constante lucha por la integración y la igualdad.

Cambio de proyecto

En el año precursor, 2008, la financiación corría a cargo de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, organismo que subvencionó todo el proyecto de Ceain 'Creando redes'. Entre sus recovecos adquirió sus máximos el Banco del Tiempo, que se convirtió en la iniciativa estrella de la totalidad del proyecto. «Había una persona dedicada a gestionar la totalidad de 'Creando redes', y gran parte de su tiempo estaba destinado al Banco», explica Olabarrieta. Las cifras de ese año fueron alentadoras: 83 personas implicadas, de las que un amplio sector decidió además comenzar a reunirse un viernes de cada mes. En cuanto a los perfiles de los participantes, del total había una mayoría femenina (55 mujeres) y una equidad entre la proporción de inmigrantes y españoles, situados en una edad que oscilaba entre los 25 y los 50 años. Como señala la responsable de comunicación, «todos estos datos coinciden además con el perfil clásico con el que suele trabajar Ceain: gente en edad laboral y con mayoría de mujeres». Además de empatizar con su público, tantearon el éxito de su objetivo inicial: favorecer la integración y el mestizaje social con el banco.

Más complejidad

El proyecto 'Creando redes' dio paso en 2009 a 'Nuevos vecinos, nuevos ciudadanos', también financiado desde Gobernación. En el mismo se volvió a ubicar el Banco del Tiempo. Sin embargo, la complejidad y el ámbito de actuación del proyecto global superó notablemente al anterior, hecho que impidió que la persona encargada pudiese destinar tantas horas de gestión exclusiva al banco. Esto unido al descenso de voluntarios y a la falta de una subvención concreta para este proyecto provocaron un cese temporal, uno que permitiese replantear nuevos cauces de funcionamiento.

«Se requiere una nueva perspectiva, y la forma de conseguirla es buscando alianzas», asegura Begoña Olabarrieta. Ceain baraja unirse a asociaciones de vecinos, de mujeres, sindicatos, o a cualquier institución que pueda asumir este trabajo conjunto, que se basa en «invertir en ciudadanía». Uniones, reflexiones e ideas para recuperar un banco que intercambia mucho más que talonarios de tiempo.