Los gaditanos prefieren acudir a las instalaciones de la municipal de Cádiz para poder concentrarse de cara a los exámenes. :: EVA LINDBERG
CÁDIZ

Un verano entre apuntes

A partir del puente de agosto las mesas de estudio se llenan con los cuadernos y libros de los gaditanos con asignaturas pendientes Las bibliotecas vuelven a estar concurridas de cara a los exámenes de septiembre

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Sopla el viento en la playa y no trae la sensación de bochorno que se ha apoderado de este verano. Tampoco trae la tranquilidad de las vacaciones ni las noches de paseo sin tener obligación de madrugar los lunes. Ahora sopla retumbando el recuerdo de septiembre para aquellos que dejaron pendientes sus asignaturas, o, simplemente, no pudieron con ellas en junio.

Las bibliotecas de Cádiz abrirán sus puertas tras este puente de agosto, como venía haciendo hasta ahora, con la única diferencia de que por ellas pasará mucha más gente de cara al mes que llega. Así lo aseguran trabajadores de las bibliotecas de la Universidad de Cádiz, donde no se ve a ningún estudiante hasta la fecha.

No ocurre lo mismo en las públicas, donde los jóvenes dedicados al estudio, esperanzados en superar aquellas que quedaron, llevan desde que empezó el verano.

Es el caso de María Vallo, una joven gaditana que se fue a la Universidad Complutense de Madrid para estudiar Medicina. El tiempo estival le trajo de vuelto con la familia, pero no por ello dejó los libros. Desde mediados de julio está dedicada mañana y tarde a las que tuvo algún tropiezo, como Organografía, donde se estudia la estructura celular de los seres humanos.

«Yo no veo que sea difícil la carrera, sino que en Madrid nos exigen mucho», asegura María, explicando que «hay asignaturas donde para aprobar nos piden un siete».

¿Y por qué, entonces, irse a la capital? Ella lo tiene claro: «Te permite vivir fuera y te da más oportunidades». Y confiesa que lo que no le atrae de Cádiz son los hospitales que se ofertan para las prácticas. Su sueño es ejercer en el extranjero, ya sea Francia, Reino Unido o Estados Unidos.

Con vistas a un futuro

Amiga y tocaya de ésta, María Baena. Ambas de Cádiz estudian Medicina en la Complutense y comparten el mismo temor por Bioquímica, «la peor de la carrera». Sin embargo, esta joven no tiene claro su futuro, y deja en la incertidumbre dónde acabará.

El motivo que le llevó a adentrarse en el campo médico «por los antecedentes familiares», y resopla suavemente recordándolo.

Es de la misma opinión de que «en Madrid es más difícil que aquí», como la compañera que le acompaña en estos días de estudio.

La cafeína de la Coca-Cola y de algún que otro café no falta entre los apuntes de esta chica, que de tenerse que decantar por alguna especialidad ahora lo haría por Pediatría.

Más allá, en otra de las bancas de una biblioteca donde el silencio se hace dueño de las horas, está Lucía López. Otra joven chica gaditana que se decantó por una carrera en las que ninguno de sus amigos le acompañó. En junio despidió la Universidad de Sevilla, donde se prepara en Ingeniería Química, para llegar prepara a septiembre con Química física.

Es su primer verano en una biblioteca y aun así no pierde la sonrisa. Con música en sus cascos, ella asegura que estudia mejor, «porque me relaja». Eso sí, «la música tranquila».

Junto a los estudiantes que temen la llegada del nuevo curso, también están otros que se preparan oposiciones o algún máster. Juan Nuñez es uno de ellos. Este chileno lleva dos años en España dedicado al estudio histórico. Amante de la música, de lo que se ha formado en su país, en Cádiz se prepara para obtener el Máster en Patrimonio Histórico que ofrece la Facultad de Filosofía y Letras.

Asegura que «la gente de Cádiz es lo que más me gusta, y agradece el aire acondicionado de las bibliotecas en sus horas de estudio».