Fidel Castro regresa a la Asamblea para hablar del peligro nuclear

Fidel Castro volvió a vestir de verde olivo para su regreso ante una Asamblea Nacional casi en pleno. El comandante pronunció de pie un mensaje de unos quince minutos para alertar al mundo sobre el peligro de guerra nuclear, aunque dijo vislumbrar la esperanza de que el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, pueda evitarla.

El de ayer fue el primer acto transmitido en directo a toda la isla y al mundo desde su reaparición pública a comienzos del mes pasado tras cuatro años de retiro por una enfermedad. Después de leer pausadamente el texto en un atril, se sentó al lado del presidente del Parlamento. Desde allí intercambió conversaciones con los legisladores presentes. Muy cerca, su hermano y presidente, Raúl Castro. Al comparecer ambos juntos se lanza un mensaje de unidad en la cúpula comunista ante los retos futuros.

La comparecencia de Fidel Castro en la sesión especial de la cámara se convirtió en una especie de rueda de prensa donde los parlamentarios hicieron de periodistas al preguntar al veterano líder por cuestiones relacionadas con su mensaje sobre la amenaza de guerra nuclear en el golfo Pérsico y la península coreana, además de aprovechar la ocasión para ovacionarle y felicitarle anticipadamente por su próximo cumpleaños. El próximo sábado cumplirá 84 años.

El mayor de los hermanos Castro insistió en su preocupación de que si Estados Unidos ataca Irán o a Corea del Norte se desencadenará una guerra nuclear de proporciones catastróficas. Esa teoría la adelantó en varias de sus reflexiones y apariciones más reducidas desde que volvió a la actividad pública a comienzos del mes pasado.

Como viene siendo habitual desde hace tiempo, no tocó ningún tema interno. Salvo la mejoría de las condiciones de encarcelamiento de Gerardo Hernández, el agente que se infiltro en las organizaciones anticastristas de Miami y que fue condenado a dos cadenas perpetuas en Estados Unidos. El comandante dijo que fue sacado del «hueco» y pasado a condiciones carcelarias normales. Aseguró confiar en que llegará a ser liberado y en que a su esposa le será concedido un visado para que lo visite después de más de diez años sin verlo.

Destrucción de la especie

Según el también diputado Castro, el gesto suponía una muestra de esperanza de que Obama podía escuchar, por eso invitó a que todos le pidan que medite sobre el costo de atacar a Teherán y así evitar la destrucción de la «especie humana». El ex gobernante pero todavía máximo dirigente comunista afirmó que Barack Obama no dará «la orden si lo persuadimos. Nosotros estamos haciendo una contribución a ese esfuerzo persuasivo».

Confió en que le llegara su mensaje porque recordó que «las principales cadenas de televisión del mundo occidental, las que me interesa que escuchen esto, transmiten la primera media hora de la sesión parlamentaria». Reiteró también que la decisión de iniciar una guerra con Irán depende del presidente norteamericano. En ese caso, «simultáneamente la conflagración estallaría en el cercano y el lejano Oriente y en toda Eurasia».

Fidel Castro advirtió de consecuencias fatales como que «las divisas convertibles perderían su valor». Pero de evitarse la contienda bélica, evitaría la muerte de millones de personas, incluidas estadounidenses, en «el holocausto mundial, se evitaría el cambio climático, y la cultura y la ciencia continuarían al servicio del hombre».