Jerez

«Señor, aquí la policía de barrio, ¿todo bien?»

Esta medida, pionera en La Bahía, garantiza la seguridad en las calles cuando la mayor actividad se concentra en las playas Una unidad especial controla las barriadas de El Puerto

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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Son las cinco de la tarde. En las barriadas portuenses reina la calma. El bullicio se concentra en las playas, donde la Policía Local centra sus esfuerzos. Un momento perfecto para la acción de maleantes y desaprensivos. Para los robos que amargan el verano a las familias, para hacer pintadas, para robar un coche... El Puerto, una de las ciudades más diseminadas de la provincia, requiere un régimen especial de seguridad que hace un año se puso en marcha bajo la denominación de policía de barrio.

El éxito de esta iniciativa pionera que se mantiene durante todo el año, tuvo su réplica hace un mes escaso con la creación de una nueva dotación específica para los barrios de la Zona Sur. Javier y María José son dos de los agentes encargados de este servicio que, más allá de centrarse en las labores propias de vigilancia y control del tráfico y la seguridad se desarrolla en un amplio programa de intervención en la sociedad portuense.

«El objetivo es que los vecinos sientan a la Policía de forma cercana, que se sientan seguros y al mismo tiempo, que cuenten con nosotros para lo que necesiten».

Contacto directo

Además del papel disuasorio que la presencia de los agentes ejerce para evitar malas acciones, también actúan como captadores de información que después trasladan a la Policía Nacional, competente en materia de seguridad ciudadana. «Hace poco metieron en la cárcel a dos personas que estaban trapicheando con drogas. Los vecinos nos pasaron la información y nosotros lo pusimos en conocimiento de los compañeros, que abrieron una investigación. La colaboración es fundamental». La Gobernaora, Pueblo Nuevo, San Antón, San Marcos, Santo Domingo de la Calzada... el área de actuación se extiende desde la calle Valdés, donde llaman la atención a una hilera de vehículos en doble fila. «Nosotros no vamos con la libreta preparada para multar. Primero informamos y si el conductor responde con respeto, no pasa nada porque deje el coche un os minutos en zona de carga y descarga, por ejemplo».

Los dos agentes, que mantienen contacto continuo con las asociaciones de vecinos, reparten tarjetas con un teléfono de contacto. «Necesitamos saber de primera mano cuáles son los problemas. A veces es un vehículo abandonado, o problemas de convivencia, absentismo escolar... Intentamos solucionarlos y después hacemos un seguimiento». Aunque para el botellón existe otra unidad, las concentraciones de chavales en las barriadas son otro caballo de batalla. «Hablamos con ellos, les pedimos que no molesten. Muchos lo entienden y obedecen». Según los propios vecinos, los actos vandálicos han descendido.