El paso de ganado es bastante frecuente por el tramo ferroviario en el que sucedieron los hechos. :: l. v.
Jerez

Renfe asegura que no está obligada a vallar el trazado de la vía férrea

Adif ha abierto otra investigación paralela a la oficial para esclarecer lo ocurrido, aunque se exime de cualquier responsabilidad

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El fatal descarrilamiento de un tren por el que murieron más de 300 cabras sigue trayendo cola, y si el lunes la compañía encargada de las infraestructuras ferroviarias (Adif) aseguraba que no iba a abrir una investigación para esclarecer lo sucedido, ayer fuentes de la empresa estatal confirmaron que efectivamente sí habían iniciado las pesquisas, como por otro lado «ocurre en cualquier accidente».

«Ahora mismo estamos en ello», subrayaron estas fuentes, que si bien no quisieron entrar en detalles dejaron claro el punto del que podría desprenderse cierta responsabilidad por parte de la empresa. Como se quejó el propietario del rebaño, Enrique Ferrer, la vía por la que atravesaron los animales carecía de vallado, una medida de prevención que podría haber evitado en desastre.

Desde la compañía corroboraron ayer que ciertamente el perímetro no estaba cerrado, pero porque no procedía hacerlo. «Se trata de un trazado de vía convencional -explicaron-, y en mitad del campo no suele haber vallas. Si habláramos de ancho internacional o de alta velocidad sería otra cosa, pero en estos casos no se suelen poner, a no ser que haya núcleos residenciales muy cerca».

La Policía, como se informó ayer, también concluyó el correspondiente atestado de los hechos que fue remitido ayer mismo a los juzgados de guardia. Una vez allí, éstos lo enviarán a Fiscalía donde se discernirá si procede abrir otra investigación ante indicios de delito o, por el contrario, archivar el caso.

Como se recordará, en estos momentos se están acometiendo las obras de la línea de alta velocidad que llegará hasta Cádiz, y fue en uno de sus tramos en el que sucedió el trágico desenlace, aunque desde Adif argumentan que en esos tres metros concretos de vía no se estaba realizando obra alguna y por tanto no se había establecido ninguna medida adicional de seguridad.

Ferrer, por su parte, insistió en que el rebaño «no tenía otro sitio por donde pasar», y en estos momentos intenta capear el temporal como puede después de haber perdido nada menos que 300 de las 378 cabras con las que contaba. Un daño que cubrirá el seguro civil del que dispone el trabajador, por lo que una vez pasado el shock lo que le preocupa es cómo afrontar el futuro sin lo que suponía la mayor fuente de ingresos de su familia.