Opinion

España gana credibilidad

La transparencia bancaria se revela como la mejor arma contra la especulación

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La publicación de los resultados de los 'stress test' -las pruebas de resistencia- de la banca europea, que han dado fe de la existencia de un sistema en general solvente y sólido, capaz de hacer frente a nuevas adversidades de la economía, ha sido bien recibida por los mercados bursátiles. En especial, los inversores han premiado la transparencia de España, que realizó tales pruebas sobre prácticamente todo su sistema financiero y con criterios muy estrictos, y ello ha supuesto, además de una subida del Ibex-35 del 1,1% -en realidad, la buena noticia había sido descontada ya días pasados-, un fuerte recorte en su prima de riesgo. Por el contrario, el hecho de que buena parte de la banca alemana ocultase su alta exposición a la deuda soberana griega se ha traducido en un castigo para sus títulos de deuda y las acciones de sus bancos. En realidad, el país con más riesgo declarado en relación a Grecia es Francia, con cerca de 11.000 millones de euros; Alemania sería el segundo más expuesto, con cerca de 5.000, pero esta cifra no es real por la mencionada ocultación. España, por su parte, apenas llega a los 800 millones. El indicador más significativo de la confianza que ha generado España con sus buenos resultados ha sido la prima de riesgo del bono español a diez años en referencia al bono alemán, que en los mercados secundarios ha bajado de 150 puntos por primera vez desde finales de mayo (en junio, llegó a los 221 puntos básicos). Ello es sumamente oportuno porque hoy el Tesoro acudirá al mercado para emitir entre 2.500 y 3.500 millones de deuda en letras a tres y seis meses con vistas al próximo vencimiento de cerca de 25.000 millones. Y es seguro que no sólo encontrará financiación abundante sino que habrá de pagarla a intereses más bajos. Los hechos demuestran que la transparencia es el mejor aval para capear la crisis. Las dificultades remiten en el momento en que se toman las medidas adecuadas para restablecer los equilibrios perdidos y se actúa con luz y taquígrafos, como es el caso. En este asunto, es justo reconocer que Rodríguez Zapatero acertó al convencer al Consejo Europeo de que la publicación de las pruebas de resistencia favorecería la confianza y la estabilidad de los mercados.