El PSOE no quiere hablar de listas hasta septiembre

«No se ha abordado». Esa fue la escueta respuesta de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, cuando se le preguntó en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva por la candidatura de Tomás Gómez. «La dirección federal no opina sobre estos asuntos antes de que se abra el proceso», se escudó. Era, claramente, una verdad a medias.

El afán en meter el órdago del secretario general del PSM debajo de una alfombra para evitar hablar de él no surtió efecto. La intervención de la dirigente socialista ante la prensa fue monográfica. Pero sus respuestas fueron invariables, lo que da una pista del interés de la dirección del partido en no alterar bajo ningún concepto el calendario que fija en septiembre el proceso de designación candidatos municipales y autonómicos.

Según sus planes, los aspirantes a gobernar regiones y ciudades de más de 50.000 habitantes tienen que formalizar sus candidaturas entre el 6 y el 21 de septiembre. Y solo donde se cumplan los requisitos para celebrar primarias se esperará al 3 de octubre.

La rigidez de estos planteamientos ha dado lugar a muchas especulaciones en el seno del PSOE a lo largo de los últimos meses. El más extendido: el de que Zapatero pretende aprovechar ese momento para hacer una crisis de Gobierno y colocar a algunos de sus ministros.

En las quinielas suenan con cierta periodicidad los nombres de Trinidad Jiménez para Madrid, de Miguel Ángel Moratinos para Córdoba o de Celestino Corbacho para las listas catalanas. El jefe del Ejecutivo, mientras, hace oídos sordos. Ni desmiente ni confirma.

Pajín ni siquiera mencionó el asunto. Se limitó a insistir en que «ese será el momento de opinar, tomar decisiones y escuchar a los militantes». En su boca significa mucho porque siempre se ha considerado que Gómez contaba con su respaldo para competir por Madrid.