Löw confía en que la selección alemana imponga su estilo atractivo. :: AFP PHOTO
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La batalla de la 'Ciudad de las Rosas'

Alemania e Inglaterra se juegan hoy el pase a cuartos en un duelo cargado de historia y connotaciones bélicas

JOHANNESBURGO. Actualizado: Guardar
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«Es un clásico que, desgraciadamente, llega demasiado pronto. Es digno de una semifinal, no de un simple cruce de octavos. No les tenemos miedo. Sus dos primeros partidos no convencieron». El legendario Franz Beckenbauer, líder de los campeones del 74 y técnico de la 'Maanschaft' que se coronó en Italia'90, se refiere a la apasionante batalla que teutones e ingleses dirimirán hoy en el Free State de Bloemfontein. Alto riesgo y seguridad reforzada para que no se repitan los incidentes de hace diez años en Charleroi (Bélgica), con 500 detenidos tras dos días de peleas.

El duelo de la 'Ciudad de las Flores' adquiere connotaciones bélicas. Una vieja tradición utilizada por periodistas y entrenadores para arengar a las tropas. «¡Venid alemanes!». Sin que sirva de precedente, 'The Guardian' y 'The Sun' coinciden en su línea editorialista. Los británicos aceptan el reto, bromean y recuerdan, como expone John Carlin en boca de un ex soldado amigo, que este Mundial de Sudáfrica simboliza lo ocurrido en la segunda gran guerra: los franceses se rindieron primero, los ingleses se quedaron solos contra los alemanes y los estadounidenses se presentaron en el último minuto.

Mitos vivientes del fútbol vuelven a escena para analizar el choque más atractivo de estos cruces. Uwe Seeler, uno de los mejores arietes germanos de la historia, rezuma optimismo. Ve a los rivales «quemados». «El mejor ejemplo es Rooney, que además tiene un tobillo tocado. Muchos pensaron que Inglaterra era la mayor atracción del torneo, pero no ha sido impresionante», argumenta. Los británicos, mientras tanto, les rebaten. «Ellos están bien organizados y tienen un buen ataque, pero son vulnerables. Les falta ritmo atrás», sostiene Alan Shearer en la BBC. Kevin Keegan, quien salió del banquillo 'pross' tras caer ante Alemania en 2000, ve muy posible salir victoriosos. «Francamente, creo que podemos ganar. Todavía no hemos mostrado todo en este torneo. Alemania tiene dos o tres buenos jugadores, pero es superable».

Los alemanes se apoyarán en la juventud y velocidad. Özil y Müller son los mejores exponentes de la nueva generación en la que confía el técnico Joachim Löw. Presente y futuro. Vaticina un «súper partido, con enorme carga emocional y fuerza explosiva». El delantero brasileño Cacau es baja por un problema en el pubis y Schweinsteiger arrastra sobrecargas musculares.

Dos duelos en la memoria

Capello, en cambio, tira de experiencia. Con un promedio de edad de 29 años, nunca Inglaterra tuvo una selección tan veterana. El italiano piensa en el hoy, no en el mañana. «Si logramos hacer lo que él nos pide, será difícil derrotarnos», advierte Gerrard, que forma la columna vertebral del equipo junto a Terry, Franck Lampard y Rooney.

Aunque los precedentes en un Mundial son cuatro y la suma de todos sus partidos asciende a 27, la memoria se centra en dos: la final que se adjudicaron los anfitriones en Inglaterra'66 y la venganza alemana con la remontada en los cuartos de final de México'70. Wembley albergó aquella gran cita de hace 43 años, decidida en la prórroga a favor de los Gordon Bancks, Bobby Charlton, su hermano Jackie o el capitán Bobby Moore, bajo la dirección de Alf Ramsey. Un balón al travesaño que botó fuera fue concedido como gol de Hurst por culpa de un linier de la Unión Soviética, antiguo aliado inglés, y supuso el polémico 3-2. Luego llegaría el cuarto y el único título de esta selección. La ciudad de León, en el Bajío mexicano, acogió el desquite. Inglaterra encarriló el partido y se marchó 0-2 al descanso. Beckenbauer, Uwe Seeler y el 'Torpedo' Müller certificaron una remontada épica en el tiempo extra.

La actuación de Peter Bonetti fue calamitosa. Se le incluyó en la lista negra de malos porteros ingleses a la que en este Mundial se ha sumado Robert Green. Comparadas con semejantes batallas, las otras citas mundialistas son juegos florales. En el 82, empataron sin goles en un partido de la segunda fase. Su última cita mundialista se remonta a las semifinales de Italia'90 y los germanos se impusieron por penaltis.