Editorial

Ajustar la factura de la luz

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La revisión al alza de las tarifas eléctricas de acceso y, en esa misma medida, la subida de la luz a partir del 1 de julio eran poco menos que ineludibles si nos atenemos a la necesaria adecuación entre los costes de esta energía y la factura final que ha de abonar el usuario. El problema surge cuando el previsible aumento de un 4% en el recibo recae sobre los hogares y la pequeña empresa, y la actualización tarifaria es anunciada en medio de un aluvión de noticias poco alentadoras para la economía familiar. Una vez más el Ministerio de Industria parece buscar la virtud del término medio entre la demanda del sector eléctrico y la posibilidad de congelar temporalmente el precio de la luz. Por otra parte, resulta evidente que el Gobierno considera necesario librar de un coste añadido a la industria más consumidora de energía, que no vería incrementada el precio de la electricidad durante el próximo semestre. Pero dado que ese mismo uno de julio entrará en vigor la subida de dos puntos en el IVA, el Ejecutivo y las empresas que concurran a la subasta del kilowatio/hora tienen en su mano la posibilidad de ajustar al máximo la factura final de la luz.