Uno de los entierros que se oficiaron en Barbate. :: LA VOZ
CAMPO DE GIBRALTAR

Los cuerpos de dos inmigrantes fallecidos en 2007 siguen en el tanatorio de Los Barrios

De los doce que naufragaron, ocho fueron repatriados tras las pruebas genéticas, y otros dos enterrados en Barbate

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Los cadáveres de dos de los inmigrantes que perdieron la vida a finales de 2007 intentando alcanzar la costa gaditana continúan, más de dos años después de la tragedia, en el tanatorio de Los Barrios.

Entre finales de 2007 y principios de 2008 el mar arrastró hasta las playas de Cádiz a más de una decena de cuerpos de personas que perecieron intentando cruzar el Estrecho. En agosto del pasado año, el tanatorio barreño aún custodiaba los cadáveres de ocho de ellos, que estaban pendientes de ser repatriados a Marruecos.

En aquella fecha, dos de los ocho estaban identificados y pendientes de ser repatriados, mientras que el resto se encontraba pendiente de identificar, pese a las pruebas de ADN que les fueron practicadas. Según indicó el gerente del Tanatorio, Martín Zamora, ha habido novedades desde agosto de 2009, puesto que ya sólo quedan dos cadáveres en las citadas instalaciones. Concretamente, cuatro fueron repatriados a Marruecos y otros dos recibieron sepultura en el cementerio de Barbate.

Finalmente, indicó que se está «a la espera» de que la autoridad judicial resuelva qué hacer con los dos cadáveres restantes, ya que se está pendiente de algunos trámites encaminados a su posible identificación.

Las autoridades españolas desconocen si ese goteo de cadáveres que coincidió con los días finales de 2007 y se prolongó durante los primeros meses de 2008 corresponden a una sola patera o a varias. Una de las hipótesis que barajaban es que la mayoría de los fallecidos viajaran en una embarcación que naufragó el mismo día de Nochevieja, aunque nunca llegó a encontrarse el barco.

En marzo de 2008, el consulado de Marruecos anunció que iba a realizar las gestiones oportunas para sacar pruebas de ADN y tratar de identificar a los fallecidos aparecidos en la costa gaditana para poder repatriarlos a sus lugares de origen. Estos test genéticos son la única manera viable para ponerle nombres y apellidos a los finados, ya que en muchos casos proceden de zonas rurales alejadas, la mayoría no tiene familiares en España y los que viven en Marruecos no pueden desplazarse para intentar identificarlos.

El drama de los cuerpos sin identificar fue reflejado hace poco en una película de Chus Gutiérrez, 'Retorno a Hansala', que retrata el viaje del propietario de una funeraria de la provincia hacia Marruecos para entregar el cadáver de un joven.

Muchas de las familias de los inmigrantes no tienen recursos para repatriar los cadáveres, ya que se trata en su mayoría de población rural y con muy escaso poder adquisitivo. Los inmigrantes suelen ahorrar durante tiempo o pedir prestado el dinero con la promesa de devolverlo una vez encuentren trabajo en Europa.