Mireia Belmonte (d) posa con la medalla lograda en los Campeonatos de Europa de Natación. / reuters

Belmonte, bronce en aguas abiertas

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Mireia Belmonte ya es y será un referente para la natación española. Doble medallista olímpica y seleccionada como una de las estrellas de la piscina por la Federación Internacional, a sus 23 años es una de las caras de la pileta europea. Sin embargo, la catalana no entiende de límites y cada vez se impone a sí misma nuevos retos de superación. Así surgió la idea de que compitiera en aguas abiertas, en un escenario fuera de su ambiente habitual y con mayores exigencias para una fondista con una carga de trabajo exigente por parte de su entrenador, Fred Vergnoux. Sus largas jornadas en la piscina de Sabadell cuentan también con test de 5.000 metros, aunque en aguas tranquilas. Mireia respondió con agradecimiento, se apuntó y ganó la modalidad en los campeonatos de España y se lanzó al reto de una prueba internacional que se torció en los Mundiales de Barcelona de 2013 porque superó una boya por el lado equivocado.

El atrevimiento de Mireia Belmonte resultó positivo. En Grünau, las instalaciones deportivas más antiguas de Berlín, la atleta nacida en Barcelona y criada en Badalona se colgó una medalla de bronce en la prueba de 5 kilómetros en aguas abiertas que sólo otra española había conseguido en la historia (Xenia López en 2004). A pesar de sus temores por el frío del lago o de su inexperiencia en la competición, la modalidad elegida para los Europeos favoreció su concurso. La prueba fue cronometrada, por lo que la nadadora española no se vio obligada a probar los agarrones y codazos de una competición turbulenta y tumultuosa en muchos casos. Además, gran parte de sus rivales habían participado un día antes en los 10 kilómetros y Belmonte debutó sin esa carga del día anterior. Gracias a las condiciones, la catalana pudo remontar desde el cuarto puesto de la primera mitad de la prueba hasta acabar con el mejor tiempo en menos de una hora de competición.

Conquistadas nuevas aguas, a Mireia Belmonte se le presentan unos Europeos con seis pruebas más en las que acumularía hasta 1.280 metros a nado hacia otra nueva meta. La preparación de un año enfocado en los Campeonatos de Europa y los buenos resultados en la preparación previa en la altura de Sierra Nevada han prolongado a todos los miembros de su equipo el optimismo. Evidentemente, para la deportista supondrá sólo un reto más. Mireia Belmonte empezó a nadar a los 5 años para corregir una posible desviación de la espalda provocada por la escoliosis, supera su alergia al cloro con medicación y se somete a largas sesiones de fisioterapia tras cada larga jornada de entrenamientos debido a que es asmática. Además, fuera de la piscina también ha debido superar las dificultades de la crisis económica que le llevaron a romper con su club de toda la vida (C.N. Sabadell) y la Universidad Católica de Murcia salió en su ayuda con una beca y un programa académico a medida.

Ahora le espera la piscina de Berlín, en la que se medirá en los 400, 800 y 1.500 metros estilo libre, en los 200 y 400 m. estilos y en sus adorados 200 metros mariposa hasta un total de 17 carreras (si alcanza todas las finales). Las series oficiales empezarán el próximo lunes para una semana intensa con hasta cuatro posibles pruebas en su día más intenso. Pero Belmonte quiere agrandar su figura y para eso piensa sumar más medallas europeas a los 200 estilos (oro) y 200 mariposa (bronce) de Eindhoven en 2008 y a los 1.500 libres (oro) y 400 libres (plata) de Debrecen en 2012. Por el momento ya ha conseguido la exótica de 5 kilómetros en aguas abiertas en la que la veterana Erika Villaécija terminó octava y Luisa María Gil vigésima, mientras que en la categoría masculina Antonio Arroyo fue el último de los 37 competidores de los 10 kilómetros.

Amenaza ucraniana en la sincronizada

Mientras las nadadoras se miden al aire libre, en la piscina cubierta de Berlín se mantienen las rondas preliminares de natación sincronizada. Por el momento, se mantiene la fórmula de Rusia, España y Ucrania como primeras clasificadas después de que el dúo con rutina libre preliminar formado por Ona Carbonell y Paula Klamburg puntuara 91.4000 en la nota libre, lo que sumado a los 89.0664 de la rutina técnica hacen un total de 180.4664. Rusia fue primera con 95.1333 (total de 187.0724) y Ucrania tercera con 92.6000 (total de 181.5483). Sin embargo, la rutina libre por equipos rompió los esquemas porque las ucranianas adelantaron a las españolas con una puntuacion de 27.900 que sumó a un total de 92.7000, mientras que las de Esther Jaumà se pararon en 27.500 puntos para un total de 91.7667.