El teniente Luis Gonzalo Segura. / A. de la Torre

«Hoy celebraré mi última cena, pero espero que no sea realmente la última»

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Luis Gonzalo Segura, el teniente que describió en una novela las supuestas corruptelas que, según él, imperan en el Ejército español, iniciará mañana una huelga de hambre. A las doce del mediodía ingresará en un centro disciplinario por un periodo de dos meses y hoy cenará por última vez para exigir su puesta en libertad. "Es muy triste tener que tomar una medida tan radical, pero ser encarcelado sin garantías judiciales lo merece", declaraba Segura.

El teniente estuvo respaldado en su comparecencia por la diputada de UPyD Irene Lozano y Álvaro Sanz, coordinador del grupo municipal de IU en Zaragoza. El partido liderada por Rosa Díez preguntó el martes en el Congreso si el Gobierno tiene previsto ordenar una investigación interna para aclarar si se dan las malas prácticas que denuncia Segura en su libro, titulado 'Un paso al frente', que ya ha vendido más de 15.000 ejemplares. Irene Lozano reiteró que "una vez más no solo no se castiga la corrupción, sino que se castiga al que la denuncia". Desde la formación magenta exigieron, además, la inmediata paralización del internamiento del teniente Segura, así como que se impida su expulsión del Ejército.

IU también aprovechó la rueda de prensa para exigir la disolución de los tribunales castrenses y el sometimiento de estos a la jurisdicción civil. Pretenden con ello democratizar las fuerzas armadas y aplicar la austeridad y la transparencia también al ámbito militar.

El teniente Segura espera que el revuelo que ha causado su libro "sirva a otros compañeros de inspiración para atreverse a denunciar el maltrato al que se ven sometidos". Su editor dice haber notado que en los últimos tres meses se ha dado un cambio de actitud en este sentido. Apunta que "de hecho se ha creado un colectivo de militares que se están aventurando a denunciar cada vez más casos de negligencia". Este grupo se autodenomina 'los escorpiones', debido a la portada del libro, donde aparece representado un vehículo militar con el aguijón de un escorpión adherido.