Las filas para entrar en el metro son enormes. / Afp

Calma tensa en Sao Paulo a dos días del Mundial

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La caótica Sao Paulo recuperó la pasada madrugada su relativa normalidad diaria porque los trabajadores del metro de esta megalópolis decidieron suspender de forma provisional la huelga que mantenían desde hace cinco días y que amenazaba con afectar el desarrollo del Mundial que se inaugura este jueves.

“Volvemos al trabajo ahora, pero tendremos una nueva asamblea el miércoles por la tarde. Si retomamos o no la huelga el día 12, cuando comienza el Mundial, dependerá de la readmisión de los 42 trabajadores despedidos por la medida de fuerza”, explicó el presidente del sindicato de trabajadores del metro de Sao Paulo, Altino Melo dos Prazeres.

Después de una larga y tensa reunión que mantenía en vilo al país, celebrada entre el gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, y el sindicato, los trabajadores votaron en asamblea y resolvieron volver inmediatamente a sus puestos de trabajo, “por respeto al pueblo de Sao Paulo”, subrayó Prazeres.

Esta ciudad de 20 millones de habitantes es la sede del partido de apertura de la Copa del Mundo y se espera que 61.000 hinchas asistan el jueves al estadio Arena Corinthians, aún en obras y con centenares de obreros rematando las instalaciones y los aledaños, y en donde el metro, que transporta diariamente a 4,5 millones de personas, es esencial para llegar.

Según informó la agencia AFP, doce jefes de Estado y de gobierno, además del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, confirmaron también su asistencia al partido y a la ceremonia inaugural.

La medida de fuerza en demanda de un incremento salarial del 12,2 %, fue declarada ilegal por la justicia, que además impuso cuantiosas multas al sindicato. Además, el gobernador Alckmin había advertido que quien no regresara al trabajo podría perder su empleo.

Ante esta declaración de intenciones, considerada una amenaza en toda regla por los asalariados del suburbano, el sindicato exigió la vuelta inmediata de los despedidos como condición ‘sine qua non’ para no retomar los paros que pondrían en jaque el arranque del Mundial.

En vilo por el día 12

“Si el gobierno reintegra a nuestros 42 compañeros en sus puestos, no tendremos huelga el día 12”, aseguró Melo dos Prazeres. Sin embargo, las autoridades políticas justificaron que “los despedidos fueron sorprendidos en actos vandálicos, desinformando a la población o incitándola a no pagar billete”. A dos días de comenzar el gran certamen universal, la atmósfera en Brasil es de calma tensa.

Los empleados aprovecharon la cercanía del Mundial para hacerse fuertes y forzar una mejora salarial.“Soy fan de Neymar y voy a apoyar a la selección. Pero vemos que hay dinero para el Mundial pero no para los trabajadores. Claro que asumimos la cercanía de la Copa como una presión extra para las autoridades”, sostuvo el líder sindical a la AFP.

Según informó el canal Globo News, la justicia ya pidió congelar los bienes del sindicato, para empezar a cobras las multas, que en total podrían acercarse al medio millón de dólares.

Ya antes de que la huelga se desconvocara de forma oficial, 50 de las 65 estaciones funcionaban el lunes por la noche en Sau Paulo. Las cinco jornadas de protestas han sido intensas en la capital económica del país, con manifestaciones diarias y unos atascos de tráfico próximos a los 250 kilómetros. Unos 150 manifestantes levantaron barricadas y quemaron montañas de basura para bloquear el tráfico en una avenida céntrica y fueron dispersados por la policía con lanzamiento de gases lacrimógenos y bombas de estruendo. A dos días de comenzar el gran certamen universal, la atmósfera en Brasil es de calma tensa.