Del Bosque y Piqué, en rueda de prensa. / AFP

Molestos porque trascendiera la conversación con Piqué

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El miércoles fue el chascarrilo del que todo el mundo hablaba en la expedición. Gerard Piqué le contó a Vicente del Bosque que el traspaso de Cesc Fàbregas, al Chelsea, estaba «ya cerrado» por «33 millones» después de una rueda de prensa del defensa del Barcelona y antes de que empezara un acto de Carbures, nuevo patrocinador de la selección. Ambos pensaban que nadie les escuchaba, pero los micrófonos seguían abiertos (después de la comparecencia del central y Juan Mata) y el sonido se coló, tal y como desveló TVE.

Del Bosque pedía al central que defendiera al centrocampista, Piqué le reconocía que lo acababa de hacer y le advertía que su salida del Barcelona ya estaba «cerrada» por esa cantidad de «33 millones», algo que el técnico, posteriormente, consideraba que sería un nuevo quebradero de cabeza para el presidente azulgrana, Josep Maria Bartomeu.

En la expedición trataron de quitarle hierro al asunto. De hecho, en la sesión vespertina todo transcurrió con normalidad, pero el seleccionador expresó su disconformidad con lo sucedido. En una entrevista concedida a este medio, y posteriormente en Radio Marca, mostró su desagrado por lo sucedido y no quiso comentar nada al respecto. «No quiero comentar nada. No me parece de buen gusto que trascienda, pero no quiero comentar nada. Estamos expuestos a eso», dijo con gesto contrariado.

Y también eludió comentar nada del futuro de Cesc, explicando: «Son decisiones de los clubes que no puedo valorar. Es un jugador de la selección. Está entrenándose perfectamente y es un hombre muy aprovechable». El equipo disfrutó de una mañana libre en Washington, que aprovechó para hacer algo de turismo y compras, y se disponía a completar una sesión vespertina para preparar el amistoso del sábado (22.00 horas) frente a El Salvador en el Fedex Stadium.

Al azulgrana Pedro también se le preguntó por el caso durante la conferencia de prensa celebrada en la tarde de este jueves. «Ellos están tranquilos. Fue una situación incómoda, unos comentarios que a lo mejor no se tenían que haber producido. Lo han hablado y ha quedado ahí. Todo aclarado. Son amigos igual, se llevan bien y no ha pasado nada. Se hablará mucho y no creo que vaya a repercutir más. No se puede dar marcha atrás. Está zanjado», aseguró el jugador tinerfeño.