Dos jóvenes becarios trabajando. / Archivo

Cuatro de cada diez jóvenes considera que tendrán que emigrar para conseguir un trabajo

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Debido a la situación de crisis económica actual, la mayoría de los jóvenes normaliza la tendencia a una alta precariedad laboral y tolera las elevadas tasas de temporalidad laboral y de contratos en prácticas o becas que se enlazan unas con otras. El estudio 'Calidad, Empleo joven, Becarios y Prácticas', presentado hoy por el Consejo de la Juventud de España (CJE), revela que el 40% de los jóvenes están seguros de que en un corto o medio plazo tendrán que irse a otro país si quieren conseguir un empleo que no sea en prácticas.

Así, cuatro de cada diez menores de 30 años consideran que para encontrar un trabajo es importante o muy importante estar dispuesto a aceptar cualquier empleo. El informe, que se ha realizado con 1.000 personas ocupadas de toda España de entre 16 y 29 años, explica que un 30% de los titulados universitarios están actualmente trabajando en un puesto que no requiere conocimientos previos.

"Tenemos a la juventud más formada de la historia pero se encuentran con un mercado laboral que no demanda esa formación, están sobrecualificados", ha lamentado Luis Campos, sociólogo y coautor del estudio. El también portavoz de la consultoría social inPactos ha señalado que esto supone una "pérdida de valor humano incalculable y una frustración personal enorme". Además, el 60% de los jóvenes con una beca o un contrato en prácticas ven en su situación laboral una oportunidad para el futuro, y cuatro de cada diez consideran que ocupan un puesto de trabajo.

Máximo seis meses de prácticas

El presidente del CJE, Ricardo Ibarra, ha criticado la actitud del Gobierno porque "está fomentando la precariedad en el empleo juvenil" y, según él, esto es una apuesta "nefasta" por el crecimiento del país. Desde su organismo, dependiente del Ministerio de Sanidad y que representa a sesenta entidades juveniles de toda España, abogan por unos contratos en prácticas que no superen los seis meses de duración y que estén remunerados para que "de verdad sean periodos formativos y no una sustitución de un puesto laboral, como ocurre la mayoría de las veces", ha asegurado Ibarra.

La precariedad laboral conlleva, según el estudio, que el 70% de los jóvenes menores de 30 años siga viviendo con sus padres porque con el dinero que perciben por sus contratos temporales "les resulta imposible independizarse", ha explicado Campos. Además, ha añadido que el 40% de ellos está seguro de que en los próximos años no encontrarán un trabajo que les permita emanciparse.