La infanta Cristina. / Ballesteros (Efe)

El juez rechaza someter a una prueba caligráfica a la infanta

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La infanta Cristina no tendrá que volver a los juzgados de Palma. Al menos, por el momento. El juez del 'caso Nóos', José Castro ha rechazado la petición del sindicato Manos Limpias de someter a la hija del Rey a una prueba caligráfica, después de que la propia imputada asegurara en su interrogatorio que la firma que aparece en las actas de Aizoon, la empresa usada supuestamente para desviar dinero público y enmascarar los ingresos de Iñaki Urdangarin, no es la suya.

Castro alega que "deberá ser ella (la infanta) y no terceros quien así lo denuncie, y nos ponga en la pista de quiénes pudieron llevar a cabo tales supuestas falsedades". Manos Limpias había solicitado al juzgado que se le pidiera al notario Carlos Masià, quien participó en la constitución de Aizoon, que entregase los documentos sobre las Juntas Universales de la empresa celebradas en julio de 2005 y abril de 2006, para tener así las firmas originales estampadas en esas actas. Y luego someter esas firmas a una prueba caligráfica, que por fuerza habría pasado por reclamar a la duquesa un cuerpo de escritura para cotejarlo.

El propio juez recuerda que la infanta ya afirmó durante su interrogatorio el pasado febrero que nunca actuó como presidenta de las Juntas Universales de Aizoon porque "ni tan siquiera asistió a ellas". Y una prueba caligráfica -alega el juez- no va a despejar si efectivamente "presidió las Juntas, simplemente asistió o ni una cosa ni otra".