Vista del interior de la Bolsa de Madrid. / Efe
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Los bancos impiden el avance al Ibex-35

La prima de riesgo se mantiene estable en los 172,6 puntos básicos, con la rentabilidad en el 3,356%

MADRID Actualizado: Guardar
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Las sesiones de vencimientos de opciones y futuros, de cuádruple hora bruja, como la del viernes, suelen ser volátiles. Y así lo fue la de ayer. Aunque dentro de unos límites. También tuvimos buenas influencias procedentes de China o de Estados Unidos, y algo más preocupantes las que llegaban de Rusia, con rebajas de perspectivas en su rating y anuncio de más sanciones que tuvieron peores consecuencias en los activos de ese país que otros días. Lo que sí está claro es que el mercado se ha repuesto del mensaje de la Reserva Federal.

El Ibex-35 comenzó la sesión queriendo subir y llegó a mantenerse por encima de los 10.100 puntos hasta las doce de la mañana. Entonces empezó a desinflarse hasta tocar mínimos del día a primera hora de la tarde en los 10.042 puntos. Aunque intentó recuperar los 10.100 puntos y lo consiguió marginalmente, terminó el día muy cerca de mínimos, en los 10.053,10 puntos, lo que supone un descenso del 0,27%. Sólo el Ftse Mib de Milán lo hizo peor, al retroceder un 0,58%. También el PSI-20 de Lisboa cerró a la baja: retrocedió un 0,17%. El Ftse 100 británico y el Cac 40 francés avanzaron alrededor de un 0,20%, mientras que el Dax alemán, el mejor del día, ganó un 0,50%.

No fue excesivamente malo el cierre en Europa, porque la confianza del consumidor en la zona euro mejoró en marzo más de lo esperado por los analistas, lo que hace pensar que la recuperación en la Unión Monetaria está ganando tracción. Aunque tampoco hay que tirar cohetes, dado que pasó desde los -12,70 hasta los -9,30 puntos, cuando los analistas esperaban que se colocara en los -12,40. Gracias a eso, el euro recuperó posiciones contra el dólar. Tal es así que, al cierre, el tipo de cambio se situaba de nuevo por encima de 1,38 unidades.

En Europa, también conocimos cifras de producción industrial de Italia, que mejoró en enero respecto al mes de diciembre, mientras que la balanza por cuenta corriente de la zona euro aumentó su superávit en enero.

Bankia, el mejor banco, acaba en tablas

Contra el selectivo español se puso el sector financiero. Porque Bankinter y el Popular retrocedieron alrededor de un 1,75%, mientras que CaixaBank se dejó cerca de un 1,7%. También el Sabadell cayó más de un punto porcentual, mientras que BBVA perdió medio punto porcentual. No se salvó el Santander, que se dejó un mínimo 0,02%, pero sí Bankia, que apenas logró terminar el día en tablas después de anunciar que podrá repartir dividendo el año que viene.

Los bancos no fueron los únicos que se pusieron contra el Ibex-35. La mayor parte del resto de los grandes valores también lo hicieron. Así, BBVA cedió un 0,50%, mientras que Telefónica se dejó un 0,36% e Iberdrola, un 0,16%.

Aunque el peor de todos los valores fue Amadeus, que perdió un 2,52%, seguido de BME, que también se dejó más de dos puntos porcentuales. Entre los peores, también OHL, Sacyr, Gamesa o Abertis, que perdieron más de un 1%. Pero Inditex volvió a cerrar en positivo, con una revalorización del 1,07%, para terminar la jornada por encima de los 108 euros por acción.

El mejor de todos los valores fue ArcelorMittal, con una subida del 1,47%. En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Tecnocom encabezó los ascensos, con una revalorización del 18,28%, después de anunciar una emisión de bonos en el MARF, en el Mercado Alternativo de Renta Fija, y de conseguir un contrato en Perú por 30 millones de euros. A continuación, Ence, que subió un 5,29%, y Lingotes, que ganó un 4,86%. En negativo, Vocento fue el peor, con un descenso del 3,81%, seguido de Prisa, que retrocedió un 2,95%.

En el mercado de deuda, estabilidad. Las primas de riesgo de España y Portugal se mantuvieron prácticamente sin cambios en los 172 y en los 178 puntos básicos, respectivamente. Sí bajaron con cierta fuerza otra vez las primas de riesgo de Portugal y Grecia. Las caídas de las rentabilidades de los bonos españoles e italianos fueron mínimas e idénticas a las de la deuda alemana a ese mismo plazo. El interés del bono español a diez años terminó el día en el 3,36%. En cambio, la rentabilidad del bono portugués cayó desde el 4,38% hasta el 4,27% y la del bono griego, desde el 6,96% hasta el 6,89%.

En el mercado de materias primas, subidas. El barril de Brent, de referencia en Europa, ganó un 0,86%, para colocarse en los 107,37 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, avanzó un 1,09% y a punto estuvo de recuperar los 100 dólares. Subidas también para el cobre. Y para el oro, que subió un 0,40%, para colocarse en los 1.335,8 dólares la onza.

Wall Street se repone del susto Yellen

Los índices de Wall Street mostraban dudas. El Dow Jones cotizaba al alza, con ganancias de alrededor de un 0,40%, el S&P 500 se mantenía plano, con un poco de vértigo en el entorno de máximos, aunque Estados Unidos cuenta con el apoyo de que Fitch ha confirmado la “AAA” para la deuda del país, con perspectiva estable. Ello puede explicar que los inversores volvieran a comprar deuda americana: la rentabilidad de su bono a diez años bajó desde el 2,78% hasta el 2,75%.

En otros mercados, es de destacar que los índices de los mercados emergentes cotizaran al alza, después del rebote registrado por el Hang Seng de China, el mayor en cuatro meses, que había entrado hacía poco en tendencia bajista. Pero, según José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, la subida de la Bolsa china tiene más que ver con las sobreventas anteriores y el poco volumen que por una mejora del escenario. De hecho, se han visto salidas de dinero de fondos emergentes por vigésimo primera semana consecutiva, mientras que ha seguido entrando en fondos de países desarrollados, especialmente en Estados Unidos.

Pero el mercado ruso ayer cayó. Influyó que la Unión Europea haya firmado un acuerdo con Ucrania, al tiempo que ampliaba las sanciones contra Rusia. También, que S&P y Fitch pusieran en perspectiva negativa la deuda de Rusia. Y, por último, Estados Unidos también autorizó la posibilidad de incrementar las sanciones contra las industrias rusas, incluyendo servicios financieros, energía, defensa e ingeniería.