inversión en salud mental

España invierte un 5% en salud mental, la mitad que Europa

"Las enfermedades mentales no causan una tasa de mortalidad importante en cuatro años, plazo que se fijan los gobiernos para adoptar decisiones sanitarias", ha asegurado Celso Arango

MADRID Actualizado: Guardar
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España invierte en salud mental el 5% del total del gasto sanitario, lejos del 10% que dedican de media el resto de países de la Unión Europea, debido a la falta de políticas sanitarias a largo plazo, según el director del Centro de Investigación Biomédica en Red de SaludMental, Celso Arango.

"Las enfermedades mentales son más discapacitantes, crónicas e invalidantes que otras, pero no causan una tasa de mortalidad importante en cuatro años, plazo en el que se fijan los gobiernos para tomar y adoptar decisiones sanitarias", ha considerado el director científico del citado centro de investigación.

Celso Arango ha realizado estas consideraciones en el marco del VI Congreso de Ansiedad y Trastornos Comórbidos celebrado en Barcelona, en el que los expertos han cifrado en 797 billones de euros al año los gastos socioeconómicos que ocasionan las enfermedades mentales, han informado este lunes los organizadores del encuentro médico en un comunicado.

Los participantes en el congreso han reclamado que la Estrategia en SaludMental del Sistema Nacional de Salud español, que finaliza este año, debería ser redactado por expertos en saludmental. Se estima que cuatro de cada diez personas en Europa (el 38% de la población) padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida.

Arango ha indicado que "la importancia social de las enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el autismo es tal que se estima que las enfermedades del cerebro producen más discapacidad y más años de vida perdidos por enfermedad que todas las oncológicas, cardiovasculares y diabetes juntas".

Por su parte, la directora de la Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Enfermos con Esquizofrenia (Amafe), Ana Cabrera, ha avisado de las elevadas tasas de discapacidad intelectual y esquizofrenia, que oscilan entre el 1,3% y el 3,7% frente a la prevalencia de esta última enfermedad mental entre la población general del 0,5% y el 1%. Estos datos, considera Cabrera, "no son compatibles con la práctica inexistencia de recursos específicos para el tratamiento integral de ambas patologías".

La directora de Amafe opina que "queda un largo camino por andar hasta que podamos decir que los recursos de la Red de SaludMental tienen por objetivo la recuperación de las personas diagnosticadas de enfermedad mental grave y persistente en términos de calidad de vida, proyecto vital, red social e inclusión".