SOLIDARIDAD

Manos Unidas critica el retroceso de la ayuda al desarrollo

España destina a cooperación un 0,17% del PIB, lo que la sitúa en niveles de hace 20 años

MADRID Actualizado: Guardar
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Los recortes presupuestarios también afectan a la cooperación y la ayuda a los más necesitados. Así, España destina un 0,17% del PIB a la Ayuda Oficial al Desarrollo, lo que supone retroceder a niveles de hace 20 años. Y las perspectivas son de que siga esta evolución negativa. Así lo ha denunciado Manos Unidas este martes durante la presentación de su nueva campaña 'Un mundo nuevo, proyecto común'.

“Nosotros también estamos notando la crisis”, ha explicado la presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez. Y es que la ONG que desarrolla 1.400 proyectos en 60 países de África, Asia y América ha visto cómo se reducían sus ingresos por cuarto año consecutivo. En 2013 la ONG obtuvo 44,2 millones de euros, lo que supone un 8% menos que el año anterior. La caída se produjo muy especialmente por la reducción un 40% de la aportación del sector público, que supone 4,5 millones del total. Mientras que los 38 millones del sector privado apenas sufrieron una disminución del 4%.

Suárez ha asegurado que la fuerte caída de la aportación pública tiene que ver con la menor dotación de los programas de Ayuda Oficial al Desarrollo. En este sentido, se ha mostrado esperanzada en que a partir del próximo año “la cooperación española vuelva a contar con fondos”. Por su parte, ha achacado el descenso de las donaciones privadas a las dificultades económicas que atraviesan muchos socios y les impiden pagar la cuota, pero también a que parte de las donaciones se han destinado a otras ONG que trabajan específicamente a ayudar a personas en España cuya situación se ha deteriorado por la crisis. Sin embargo, desde Manos Unidas han hecho hincapié en que por duras que sean las circunstancias en España no se olviden los problemas en el resto del mundo. “Lo que aquí es una necesidad o una carencia, en los países en los que trabaja Manos Unidas puede ser cuestión de vida o muerte”, ha recordado Suárez.

“La aportación de cada uno marca la diferencia”, ha explicado Covadonga Orejas, coordinadora de los centros que Manos Unidas tiene en Togo y Gabón. Dichos programas tienen como objetivo la protección de los menores, su reinserción escolar y social y evitar el tráfico de esclavas. Por su parte, Óscar Bazoberry, coordinador del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica ha insistido en que a pesar del desarrollo económico de muchos países de latinoamérica, esos beneficios “no se han universalizado” y ha puesto como ejemplo la pobreza del sector campesino indígena que representa el 16% de la población en esas regiones.

Desde la ONG han insistido en la necesidad de que los países desarrollados se comprometan a aumentar la Ayuda Oficial al Desarrollo y a las empresas y entidades financieras “que destierren las relaciones basadas en el logro del máximo beneficio y pongan en el centro de sus intereses el bien de la persona”. También han reclamado que los países en vías de desarrollo mejoren su gobernabilidad y se comprometan con la defensa de los derechos fundamentales.