Vista de la obra 'Prometeo encadenado', de Rubens. / Foto: Javier Lizón (Efe) | Vídeo: RC
ARTE

El Prado baja a los infiernos

'Las Furias' repasa el tratamiento pictórico de cuatro mitos que penaron en el averno sus desafíos a los dioses

MADRID Actualizado: Guardar
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Ticio, Tántalo, Sísifo e Ixión fueron condenados a penar eternamente en el Hades por desafiar a los dioses. Estas cuatro figuras mitológicas greco-latinas fueron durante dos siglos y medio un referente ineludible para muchos de los grandes maestros de la pintura. Tanto, que llegaron a constituir un tema con nombre propio, 'Las Furias', y a convertirse en prueba de fuego del talento y las capacidad del artista. Las repasa ahora el Museo de Prado, que invita a sus visitantes a descender a los infiernos, a pasear por el averno de la mano de genios de la pintura como Rafael, Tiziano, Rubens o Ribera, que se ocuparon en unas pinturas espectaculares de cuatro figuras mitológicas que se encarnaron en infierno del arte desde el infierno de la política.

Miguel Falomir es el comisario de la muestra que reúne 28 piezas, seis del Prado y las demás cedidas por importantes instituciones y colecciones. Entre ellas la primera obra de Miguel Ángel que se exhibe en el Prado, que atesora dos apuntes del genio renacentista. Es un pequeño dibujo a lápiz de Ticio, condenado a ser eviscerado vivo por aves rapaces, realizado en 1532 por Miguel Ángel Buonarroti para su amante Tommaso Cavalieri y que pertenece a la colección de la Reina Isabel II de Inglaterra. Es la pieza que abre esta atractiva y pequeña gran muestra que Falomir concibió tras su estudio de fenómeno de las furias hace dos años. Se ha convertido en realidad gracias al apoyo y al empeño de la Asociación de Amigo del Museo de Prado, que en sus más de 25 años de actividad supera los 26.000 miembros que aportan entre 50 y 8.000 euros al museo.

Fue María de Hungría, hermana de Carlos V, quien encargó a Tiziano en 1548 que pintara por primera vez a estos cuatro mortificados moradores del infierno. "Lo hizo con la clara intencionalidad política de identificarlos con los príncipes alemanes que se habían rebelado contra Carlos V y que fueron derrotados en la batalla de Mühlberg", explica el conservador y comisario de la exposicón.

El éxito de estas pinturas -de las que solo se conservan dos- dio lugar al género que se abordó sin descanso hasta que en 1700 se diluyó su interés. "Los cuadros eran también la carta de presentación de los pintores que a través ellos decían: 'esto es lo que sé hacer, hasta aquí llega mi talento'", explica Falormir sobre este cuarteto de condenados y pintados con muecas entre terribles y furiosas. Ticio fue condenado a ser devorado por buitres por tratar de violar a una amante de Zeus. Tántalo a alimentarse en vano por servir a su hijo de festín a los dioses. Sísifo a portar una enorme piedra por delatar las infidelidades de Zeus e Ixión a dar vueltas sin fin en una rueda por intentar seducir a Hera.

Junto al dibujo de Miguel Ángel, las joyas de la muestras son dos tizianos -'Sísifo' y 'Ticio', ambos del Prado-, un Rubens -'Prometeo encadenado'- y dos espectaculares lienzos de Ribera -'Ticio' e 'Ixión'- que el museo expone en su colección permanente y que han sido primorosamente restaurados para la ocasión.

Todas las telas se muestran en torno a la reproducción de José Trilles y Badenes de una escultura griega del Laoconte y que desde su hallazgo en Roma en 1506 "se consideró 'exemplum artis et doloris', el ejemplo de la máxima dificultad en el arte y de la expresión del dolor", según Falomir.