DAKAR

El Dakar se despeja para Coma y Roma

El líder en motos gana con solvencia y aventaja en más de 50 minutos a Barreda, que sufrió una caída y se quedó sin sistema de navegación, mientras el de coches, en medio de órdenes de equipo, recupera tiempo sobre Peterhansel

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La emoción del Dakar 2014 no da tregua ni un día. En la undécima etapa, la que tuvo la especial cronometrada más larga de esta edición, todo el mundo contuvo la respiración, hasta saber en qué situación iban a acabar los líderes. Sólo quedan dos jornadas y, si bien en motos se le está poniendo todo de cara a Marc Coma, en coches no hay nada decidido.

Una ventaja de más de 52 minutos debería ser más que suficiente para que Marc Coma pudiera descorchar el champán de la victoria el sábado en Valparaíso. El barcelonés de KTM logró este jueves su tercera victoria de etapa de esta edición, y además del tiempo que ya de por sí habría logrado sacarle a Joan Barreda, su único perseguidor, se le puso todo a favor a mitad de la jornada. En torno al kilómetro 300 de la especial, ‘Bang Bang’ Barreda perdió el control de su Honda y se cayó, sin consecuencias físicas para él pero sí para su montura. Su moto se quedó sin sistema de navegación, cuando en una jornada con 605 kilómetros de especial, era un elemento indispensable.

El valenciano confesó después que se vio obligado a esperar a Cyril Despres para poder seguir su trazada e intentar llegar a meta con el menor tiempo perdido posible. Al final, Barreda entró en quinta plaza y cedió casi nueve minutos con Coma, que tiene a tiro su cuarto Dakar. A falta de dos jornadas de competición, sólo un incidente mecánico o una caída en las dunas hacia La Serena este viernes podrían privarle de la gloria en Valparaíso.

En coches, la sangría de tiempo que había cedido Nani Roma en las últimas jornadas frente a Stepháne Peterhansel puso muy en duda las posibilidades del español. ‘Monsieur Dakar’ venía con hambre para levantarle al catalán una victoria que se le había puesto muy de cara, pero el aliento del ‘todocampeón’ del Dakar en el cogote cada vez le agobiaba más.

Ante la posibilidad de posibles disputas, como tantas otras veces en el Dakar -y en otras competiciones, sean de motor o no- el equipo X-Raid tomó medidas: habría órdenes de equipo. No llegaron al extremo del equipo Peugeot en el Dakar de 1989, cuando Jean Todt (por aquel entonces jefe de Peugeot Sport) decidió entre Ari Vatanen y Jacky Ickx lanzando una moneda al aire (ganó el finlandés), sino de una manera algo más deportiva: quien llegara antes a la meta de este jueves en El Salvador no sería atacado por su compañero en las etapas que quedaban.

Peterhansel aceptó, pero no de buen grado, la disciplina del equipo X-Raid. Con los cantos de sirena acerca un posible regreso de Peugeot al raid donde cosechó tantos éxitos en los 80 de fondo, el galo no se mordió la lengua. «La táctica es que se acabó; no hay táctica. Disfruté mucho durante cinco días, pero esto viene de la alta jerarquía y ahora me veo obligado a frenar. Para mí, se acabó», afirmó, notablemente molesto, antes del arranque de la primera etapa. Peterhansel, perro viejo en estas lides, dejaba abierta la posibilidad de un fallo mecánico de Roma. Es la única esperanza que le queda al veterano piloto.

Así, en la undécima etapa Roma apretó los dientes y se dedicó a vigilar muy de cerca a Peterhansel, manteniéndole por detrás durante toda la jornada. La victoria se decidió entre Orlando Terranova y Nasser Al Attiyah, que estuvo a punto de dar la campanada hasta el sexto punto de control, el penúltimo, cuando se tuvo que parar por problemas en su Mini y cedió más de 20 minutos sobre el ganador final del día. Detrás del argentino, a 10 minutos, llegó un Nani Roma exultante que ya respira. Después de llegar a gozar de 40 minutos de ventaja sobre Peterhansel, tenerle a poco más de dos minutos no fue el final soñado.

Ahora sólo le queda resistir y esperar que su Mini aguante. Si eso se cumple, y a falta de que este viernes no ocurra nada raro en el trayecto entre El Salvador y La Serena, el motor español está a punto de conseguir un doblete histórico en el Dakar. No obstante, que nadie se confíe. Pocas pruebas hay más traicioneras que el raid más peligroso del mundo. Que se lo digan a Carlos Sainz...