«Es una comedia palomitera, pero bien ensamblada y con un código muy especial»

Han pasado trece años desde que Santi Amodeo (Sevilla, 1969) se puso al frente de su última comedia, 'El factor Pilgrim'. Más de una década durante la que el director, guionista y músico ha tenido la oportunidad de empaparse y buscar inspiración en clásicos como el cine de Berlanga, pero también en la comedia americana, en las cintas 'made in USA' que la bien engrasada industria de Hollywood inserta como nadie en las salas de cine y en los ránking de las más vistas. De esta exploración nace '¿Quién mató a Bambi?', una disparatada comedia que define sin empacho como "comercial y palomitera", superando con éxito los complejos para ofrecer al público una opción a la altura de las producciones americanas. "No imitamos a Hollywood, competimos con Hollywood", matizó ayer Amodeo en la presentación en Madrid de la cinta. El cineasta reivindicó el talento y un lenguaje cinematográfico propio frente a una industria basada en el presupuesto. "Cogemos lo de aquí y lo rodamos como allí, con una factura acorde, porque si compites con americanos al menos tienes que acercarte", explicó el autor sevillano.

Para "dar músculo" a la comedia, Amodeo seleccionó a conciencia un reparto rutilante pero con una premisa incuestionable: "Que fueran buenos actores". Con esa idea, se rodeó de un elenco encabezado por el actor Quim Gutiérrez, imparable desde que fue reconocido con el Goya al Mejor Actor Revelación en 2007 con 'AzulOscuroCasiNegro', cinta que marcó el inicio de su fructífera relación con el director Daniel Sánchez Arévalo ('Primos', 'La gran familia española'). Junto a Quim, el actor Julián Villagrán, Ernesto Alterio, Clara Lago, Úrsula Corberó, Enrico Vecchi y Joaquín Núñez completan un reparto que logra con creces darle a la cinta el empaque necesario. Y con sorpresa incluida. Un papel hecho a medida para Carmina Barrios ('Carmina o revienta') y el cameo de Andrés Iniesta en una secuencia preciosista e impactante que lleva la firma del director de fotografía, Álex Catalán.

Hora y media minutos de comedia de enredo absolutamente disparatada en la que se cruzan dos amigos metidos en un lío, un empresario desnudo y maniatado, dos secuestradores de pacotilla, un abogado canalla y amoral, un pajarraco de mal agüero y un bizco con muy mala leche. "Santi consigue particularizar una comedia, que es palomitera y que te recuerda a 'Resacón en Las Vegas', pero que a momentos parece más de los Coen porque hay personajes bien definidos, con pausas en sitios raros, momentos en los que no sabes si van a degollar a alguien de verdad, miembros que se cortan, sexo, drogas. Es una comedia particular con un código muy especial", resumió Quim, que repite con éxito su vis cómica en una cinta disparatada que llega a las salas este viernes.